Es el primer país en extender la ley de la eutanasia a los menores de 18 años.
La Cámara de Representantes aprobó por 86 votos contra 44 la norma avalada en diciembre por el Senado.
La ley permite a los menores de 18 años que padecen enfermedades terminales y dolores fuertes pedir la llamada “muerte dulce” si sus padres están de acuerdo, y un psiquiatra o psicólogo determina que son conscientes de lo que ello significa.
Algunos pediatras y la Iglesia católica se oponen a la ley.
La ley de eutanasia rige en ese país desde 2002, hasta ahora sólo era para mayores de 18 años.