Ausencias brillan en comienzo de la Cumbre Iberoamericana

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Panamá. AFP.   La XXIII  Cumbre    Iberoamericana se inició  ayer en Panamá con una marcada ausencia de líderes, reveladora de la pérdida de rumbo y protagonismo del foro, y con el enorme desafío de renovarse, dos décadas después de creado, para evitar el colapso.

Con la presencia de una docena de jefes de Estado y de Gobierno de América Latina, España y Portugal, la cita estaba prevista para ser inaugurada anoche  y sesionará hoy  en una playa de la ciudad de Panamá, para discutir una  profunda reforma de este sistema que integra a 22 países de Iberoamérica.

Grandes ausentes. Aunque crucial para el futuro de la comunidad iberoamericana, en el debate faltarán los presidentes Dilma Rousseff (Brasil), Cristina Fernández (Argentina), Rafael Correa (Ecuador) y José Mujica (Uruguay), claves en el liderazgo de América Latina.

La mandataria de Costa Rica, Laura Chinchilla;  el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy (centro) y el panameño, Ricardo Martinelli, llegan a un encuentro de negocios en el marco de la    XXIII  Cumbre Iberoamericana. | AFP

                  

La mandataria de Costa Rica, Laura Chinchilla;  el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy (centro) y el panameño, Ricardo Martinelli, llegan a un encuentro de negocios en el marco de la    XXIII  Cumbre Iberoamericana. | AFP ampliar      

 

A última hora cancelaron Evo Morales (Bolivia), Daniel Ortega (Nicaragua)  y Otto Pérez (Guatemala); tampoco estarán Sebastián Piñera (Chile), Nicolás Maduro (Venezuela) y Raúl Castro (Cuba). Por si fuera poco, el  rey  español Juan Carlos, quien  convalece de una operación de cadera, faltará por primera vez desde 1991, cuando comenzaron estas citas anuales.

“Sin duda,  (las reuniones) van a constituir un enorme éxito y van a servir de base y soporte para conseguir el gran objetivo que todos queremos,  que es la mejora, bienestar y progreso de nuestras sociedades”, manifestó,  optimista,  el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, al llegar a Panamá.

Pero las grandes ausencias dan la imagen de una falta de interés hacia estas citas, sin ser compensada por la presencia de otros presidentes como Enrique Peña Nieto, de México.

La    Cumbre    se propone una reforma profunda del foro, de la que se viene hablando desde Cádiz, que busca adaptarlo a los intereses de una América Latina que hoy camina más a su propio ritmo.

La iniciativa incluye un cambio en el reparto de costos del sistema: pasar de un 70% que asumen España y Portugal a un 60%, para que América Latina incremente su aporte de un 30% a un 40%.

Uno de los principales puntos, revelador del momento que vive la comunidad    iberoamericana, es que las cumbres –la primera fue en Guadalajara (México) en 1991–, serán cada dos años a partir de la próxima, en  Veracruz, en  el 2014.

“Hay que modernizarlas, buscar la forma de simplificarlas, hacerlas más ágiles, buscar dinamizar campos como la educación, las micro y pequeñas empresas; es decir,  buscar elementos que tengan que ver con lo que hoy precisa América Latina”, afirmó  el secretario general iberoamericano, el hispano-uruguayo Enrique Iglesias.

A los cambios se suma su relevo. Iglesias, considerado el alma de la organización, se despide en Panamá del cargo.

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