Ayuntamiento de Nanchital realiza obras con empresas fantasmas

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Edil lograría jugosos negocios Tomado de el Liberal del Sur

Nanchital, Ver.

La alcaldesa de Nanchital, Zoila Balderas Guxmán y el síndico, Enrique Fermín Ávalos Chao, ya están como Javier Duarte de Ochoa, quien desvió miles de millones de pesos del pueblo usando un entramado de empresas fantasmas.

Pues en Nanchital, este par de servidores públicos, que deberían honrar la memoria de Chico Balderas, hombre honesto y servil al pueblo, muy posiblemente le dieron el contrato de la obra del parque Juárez a una empresa fantasma.

La empresa que se quedó con ese contrato, valuado en dos millones 137 mil pesos, se llama Corporativo Constructor Raziug y Asociados S.A de C.V, que opera en unas oficinas en la ciudad de Coatzacoalcos.

Según el contrato HANV/C.I.R./P.F.2016/002/2019, entre el ayuntamiento de Nanchital y la representante de dicha empresa, Leyla Isaura Navarrete Kat, la constructora cuenta con domicilio fiscal en Pino Suárez 916, de la colonia Benito Juárez Norte.

Al realizar una visita al lugar que aparece como dirección en el contrato, Liberal del Sur encontró un inmueble vacío, incluso está en renta por parte de una inmobiliaria.

Vecinos de la zona confirman que ahí operó un negocio de comida años atrás, pero desde hace mucho tiempo está abandonado.

Desmintieron que sea la oficina de alguna empresa, pues siempre luce cerrado, lo estuvieron reparando pero los trabajos se notan abandonados al interior.

Desde el exterior, sobre la avenida Pino Suárez, se aprecia lo que antes fue una cocina, platos, vasos y demás utensilios de cocina abandonados, no una empresa constructora, como los ciudadanos de Nanchital esperarían.

Por el lado de la avenida posterior, que corresponde a la Antigua Coatza-Mina, se aprecian las instalaciones de lo que antes fue el restaurante El Sazón de Coatza, bufete de Mariscos y Carnes, mismo que cerró a consecuencia de la crisis económica.

Ahora el inmueble está completamente abandonado, lleno de polvo y cerrado a piedra y lodo. Dentro se observan todo completamente vacío, ni rastro de lo que debería haber acá, según el contrato firmado por las dos máximas autoridades del municipio, que ahora están sujetos a rendición de cuentas.

El contrato entre el ayuntamiento y la empresa Corporativo Constructor Raziug y Asociados S.A de C.V, fue firmado el 12 de junio pasado por la alcaldesa Zoila Balderas y el síndico, Enrique Fermín Ávalos Chaos, quien es el mismo sujeto que está atrás del negocio del cuatrienio, con el relleno sanitario en Nanchital, en colaboración con su hermano, Roque Ávalos Chaos.

De testigos, Felix Rivera Cruz, contralor municipal, y Ana Silveria Mayo Cortés, directora de Obras Públicas. En este caso, Felix Rivera Cruz estaría encuadrado en observaciones por parte del Orfis, pues este contrato no aguanta la mínima visita de los auditores, y queda como cómplice de esta operación turbulenta.

Otro detalle alrededor de dicho contrato, que es público en el portal de transparencia del municipio de Nanchital, es que la empresa Corporativo Constructor Raziug y Asociados fue constituida ante el Registro Público de comercio apenas el 15 de enero del 2018, y seis meses después de que cumplió un año, Nanchital le dio este importante contrato, que hasta ahora es la obra notoria de la administración de la hija del finado líder petrolero.

En una búsqueda en otros padrones de proveedores de otras dependencias y municipios, la firma beneficiada no aparece, lo que debería ser un punto en contra en comparación con otras empresas, pues no cuenta con experiencia, y aun así, la dupla Zoila Baldras y Enrique Fermín Ávalos Chaos la prefirieron porque supuestamente dio mejores precios.

De la representante de la empresa, Leyla Isaura Navarrete Kat, tampoco hay registros de otros trabajos que avalen su experiencia como contratista en este tipo de trabajos.

Antes de la primera mitad de septiembre, la edil y su cabildo inauguraron los trabajos de remodelación del parque, en un comunicado se destacó la colocación de «mil 895 metros cuadrados de concreto estampado, con 22 jardineras de diversos tamaños a las que se plantaron árboles de jacaranda, plantas florales y 342 metros cuadrados de pasto alfombra, además de que se colocaron enchufes, rampa para acceso a discapacitados y el servicio de internet inalámbrico gratuito».

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