No solo porque tú como mamá serás la encargada de cuidar el animal, sino porque tiene beneficios añadidos.
1. Reduce la presión arterial. Tener un gato en casa ayudará a que tus niveles de estrés disminuyan debido a que, según parece, estos animales tienen la particularidad de transmitir calma.
2. Es terapéutico. Un estudio confirmó que los niños autistas se mantienen con mayor calma si tienen un gato. De igual modo, se recomienda adoptar un gato cuando las personas pasan por momentos difíciles como traumas o duelos, ya que el acariciarlos supone una liberación de la hormona oxitocina que favorece el buen ánimo y un estado de mayor confianza, asimismo, trasmitirá paz y armonía.
3. Tu sistema de defensas estará más fuerte. Los alérgenos y la caspa procedente del pelo de los gatos harán que tu sistema inmunitario se vea reforzado. ¿Por qué? Porque tu cuerpo producirá un aumento de su resistencia frente a los gérmenes.
4. Buena compañía. Un estudio realizado en Suiza indica que tener un gato reduce la sensación de soledad.
5. Reduce enfermedades. Tener un gato reduce la posibilidad de sufrir un ataque al corazón entre un 30 y un 40 por ciento. Además, ayuda a prevenir el alto índice de triglicéridos, niveles altos de colesterol, disminuye los síntomas de diabetes tipo 2, previene accidentes cerebrovasculares y previene enfermedades hepáticas y renales.
6. Te vuelves más sociable. Un estudio dice que tener un gato motiva el desarrollo social de su dueño. Y como dato curioso, indica que las mujeres consideran que los hombres que tienen gatos son más sensibles e inteligentes.
