Por El Bicho Politikón
De buenas intenciones está empedrado el camino al infierno, dicho que podría ilustrar el futuro próximo del gobierno de López Obrador y es que, caray, todos los días lo vemos en su mañanera anunciando acciones espectaculares, ya sea contra algo o a favor de algo, y que esas políticas gubernamentales nos llevarán derechito a ser potencia mundial…
Desgraciadamente la intención presidencial choca de lleno con la realidad, un ejemplo es la cancelación del nuevo aeropuerto y su ‘cambio’ a Santa Lucía… en este caso se ha cantinfleado tanto que ya voy creyendo que hay un proyecto para hacerle un segundo piso al actual “Benito Juárez”.
Porque oiga usted, después de la cancelación del de Texcoco -que ya tiene el 25% de avance y se sigue construyendo- se dijo que en enero empezarían a construir el de Santa Lucía -cosa que no ha ocurrido- y que las compañías afectadas podrían hacerlo, luego se anunció que serían los ingenieros militares los que harían el trabajo y hace dos días dicen que están contemplando la opción de ¡Tizayuca!
¿No que ya tenían todo bien estudiado y que Santa Lucía era la mejor opción? Ah, y hasta una consulta patito hicieron, ¿pensarán hacer otra payasada –perdón-, consulta para que el pueblo bueno diga que también quieren unas pistas en Tizayuca?
Otra cosa que choca con la realidad es la guerra de AMLO contra el huachicol, resulta que la emprende cuando el marco legal no ha tipificado como delito grave a ese delito, resultado… todos los que están sujetos a proceso serán liberados con el pago de una multa.
Nadie duda de las buenas intenciones del actual presidente y su deseo de ser el mejor en la historia y de que trabaja incansablemente 16 horas al día o más, pero ya va siendo hora de que se serene y ponga orden a sus ideas, se siente con sus asesores y tomen decisiones bien pensadas… analizando todos los flancos para que no les salga el tiro por la culata.
Por el momento, 90% de aceptación popular lo hace el presidente mejor evaluado, pero la luna de miel dura poco.
Pues eso.
