Washington y Nueva York., Mediante reuniones, viajes incesantes y filtraciones a los medios, empresas, asociaciones empresariales, agrupaciones de trabajadores y gobiernos continúan cabildeando con la administración de Donald Trump para evitar o por lo menos modificar los aranceles recíprocos y otras medidas comerciales con que ha amenazado el mandatario estadunidense.
El propio Trump ha mantenido la presión en favor de los aranceles y ayer aprovechó una reunión en la Casa Blanca para destacar el anuncio de Hyundai Motor Group de construir una planta de acero en Luisiana y reiterar que los aranceles recíprocos a los automóviles se implementarán el 2 de abril. También sugirió que habrá aranceles a productos farmacéuticos, semiconductores y bienes agrícolas.
“Nos complace reportar que Hyundai está anunciando una inversión importante de 5 mil 800 millones de dólares en su manufactura estadunidense… Lo que realmente significa eso son empleos, calidad de vida y empleos”, comentó Trump. Subrayó que esa inversión es una clara demostración de que los aranceles funcionan muy bien.
Aún no está claro cuáles aranceles se aplicarán, a quiénes ni cuándo, y al parecer el fin de semana Trump no había tomado una decisión.
El mandatario sugirió este lunes que si otros países anulan sus aranceles u otras barreras equivalentes a las importaciones estadunidenses (incluyendo los impuestos al valor agregado, por ejemplo), podría contemplar algunas exenciones. Podría darles un respiro a muchos países, pero es recíproco, aunque también podríamos ser aun más amables que eso, dijo.
Al discutir los nuevos aranceles el fin de semana, Trump identificó a la Unión Europea, México, Japón, Corea del Sur, Canadá, India y China como abusadores comerciales, reportó Bloomberg.