O corren a Duarte o perdemos: Héctor
José Luis Ortega Vidal
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Héctor lo pidió en el altiplano: “quiten a Duarte”.
El argumento de Yunes Landa es sencillo y complejo a la vez: el rechazo de los veracruzanos –a un nivel sin precedente en la historia- no es al PRI sino al gobernador que ayer debió recular con la propuesta de Reforma a la Ley del IPE.
Los temas son ya incontables, cotidianos, con repercusiones estatales, nacionales, internacionales: la ONU presente en Tierra Blanca tomando lista de desaparecidos que sumarían más de 4 mil 500; la declaración del titular de la Auditoría Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, en el sentido de que desearía ver a Javier Duarte en la cárcel por el mal manejo de 35 mil millones de pesos…sólo del rubro federal; faltan los estatales.
No hay municipio de Veracruz donde no se le manifieste -personalmente- a Héctor Yunes el rechazo a Javier Duarte, de parte…priístas
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Héctor lo habría argumentado como una medida necesaria, urgente, para garantizar el triunfo de su coalición encabezada por el PRI el próximo 5 de junio.
De no ocurrir tal acción, de insistir Enrique Peña Nieto en mantener a Duarte como un fantasma en el Palacio de Gobierno jarocho, el PRI estaría, desde hoy, en la lona…por culpa de Javier.
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La fuente que ofreció la información al reportero sobre la petición de Héctor Yunes –de alto nivel y de gran confiabilidad- reveló un dato más: una posible salida es que enfermen a Duarte y entre un suplente de confianza: suena el nombre de Flavino Ríos Alvarado, el Secretario de Gobierno.
Al de Minatitlán no le disgusta la idea y mueve algunos hilos para debilitar a su jefe: al final del día desde su oficina se mandan fichas a la gran Tenochtitlan.
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Héctor ha venido retomando paso a paso el tema de Todos contra Duarte.
Ayer lo declaró a Joaquín López Dóriga, en transmisión nacional y fue categórico: “A quien tenga que meter a la cárcel, incluyendo al gobernador, lo haré”
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Y esta declaración del priista no tiene que ver con el cañicidio ni con los ataques de los niños fieles; tampoco con el intento desesperado de Duarte de convertir a Alberto Silva en su relevo.
El asunto es más simple: con el rechazo total y cotidiano a Duarte de Ochoa en redes sociales, algunos medios estatales, la prensa nacional e internacional, Miguel Angel Yunes Linares no necesita más estrategia que recorrer Veracruz diciendo que meterá a Duarte, parte de su familia y secuaces a la cárcel.
Esas palabras, son propaganda pura.
Y le están funcionando al grado de que Héctor Yunes y su equipo lucen nerviosos y comparten responsabilidad con los jefes del altiplano: de perder, la culpa no sería sólo local.
Advertidos están.
Lo complejo es que lo admitan, actúen y les funcione.
