Calles y patios inundados es la constante en estos sectores.
Juan Manuel Jiménez García.
Las Choapas, Ver.
Dicen que después de la tormenta viene la calma, pero esto no aplica para todos y pareciera que para algunos les llueve sobre mojados.
Con el paso del frente frío número 7, las colonias vulnerables de la ciudad viven una constante cada vez que sucede un fenómeno meteorológico y que resguardados en láminas de zinc y cartón tiene que soportar bajas temperaturas y aguas encharcadas por varios días.
Una muestra de esto es la colonia Tiburoneros enclavada en la ribera del río Tancochapa y donde sus moradores tienen que caminar entre las aguas que cubren sus calles.
Sus habitantes en su mayoría de oficio pescador han preferido vivir cerca del afluente para salir desde tempranas horas a realizar sus actividades.
Niños y personas de la tercera edad enferman de la piel y por piquetes de insectos que ocasionan padecimientos como el dengue, zika y chikungunya.
Esta es la realidad de las zonas bajas, y no solo a nivel del mar sino bajas en pobrezas, en oportunidades, aquí donde sigue lloviendo aunque no haya lluvia.
