Ernesto Ramírez Vargas.
Villa Cuichapa, Ver.
El jueves por la mañana cuando me dijeron que el Dr. Ramos había fallecido de un infarto al miocardio, no lo creí, seguí realizando mi trabajo cotidiano, al pasar por la Casa del Dr. Bernardino, su hermano, quise ir a preguntar si era cierto o no… Total Enrique era mi amigo… de los pocos que saben serlo, de ésos que se cuentan con los dedos de la mano y te sobran dedos, en el mercado de nueva cuenta, me repitieron la noticia, no lo creía, simplemente no lo aceptaba, en la Portada de Pemex era la noticia más fresca, sin embargo seguía ciego, sordo y mudo…hasta que me encontré a mi amigo Ricardo, que me dijo…Así es mi cuate…Salí del marasmo en el que yo mismo me había metido, cuando sé bien que nosotros los seres humanos, nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos, a esto llaman “Ley de la Vida”, Quiero remontarme a los años 60 en que crecimos juntos, Berna, Enrique, Chucho, Beto Bambino, Layo Ahumada, Moncho y Ricardo Còzar Vázquez, Jorge Chiñas Vasconcelos, se lo llevaron a Minatitlán, Felipe, Raúl, Picol, Hernández Ramírez, se fueron a México, Pepe, Amando, Rica González Pérez, Fernando, Nicasio y Rafa, Luría, que se los llevaron a México, Tomás de la Cruz Pérez, se fuè a Agua Dulce con su hermano Rogelio(+), José Luis ”Mascota” Pérez Hernández (+), que era mayor al igual que Beto Ramos (+), Enrique Ramos Cruz, hijo de Don Adelaido Ramos Morales(+) y Brígida Cruz Zenteno(+), recuerdo cuando jugábamos, a las escondidas, salva-partido, la Burra, el beisbolito, donde a Berna era difícil hacerle Out… los trompos, baleros, nos divertíamos con cualquier cosa, a los caballitos con los palos de escoba a los que adornábamos con trapos y poníamos cabeza,crin y rienda, Mi hermana Carmen y Baldemar, siempre medidos. La tìa Brígida, nunca nos distinguió, éramos pobres, Un día se acabó el trabajo en Campo Cuichapa, solo quedaron 54 de planta, en la Sección 16… Muchos trabajadores se fueron hacia otras secciones y lugares, Don Adelaido hacia Cd. Pemex, recuerdo como nos platicaba sus peripecias fuera del hogar, en Chacamac, El bello puente del ferrocarril del Sureste, construido en la espesura de la Selva Chiapaneca, regresó, seguimos creciendo, salimos de la primaria, los hermanos Ramos eran, Tina(+) Zoila, Olga,(+) María,(+), Ángela, Beto,(+), Bernardino, Enrique y Jesús, Ayer a los fallecidos de la familia se sumó el Dr. Enrique, que estudiara en la desaparecida Secundaria Adolfo López Mateos, segunda Generación, emigrando hacia Xalapa como muchos estudiantes que tenían posibilidades lo hacían, allá estudió en la Gloriosa Escuela de Bachilleres Artículo Tercero, para continuar en la Facultad de Medicina de la U.V. en Xalapa, yéndose a realizar su Servicio Social e internado al Hospital Civil de Chetumal, Q. Roo. Ya siendo Médico Cirujano regresó a Villa Cuichapa, donde inició a trabajar en el Consultorio Periférico de Pemex, se hizo de Base y se jubiló…le sobreviven sus hermanos Zoila, Ángela, Bernardino y Jesús, sus hijos Enrique y Adriana Ramos Lezama, Brigite, y su esposa Lizbeth Ledesma Salaya, hoy viuda de Ramos, que está a la espera de un hijo más que ya no conocerá a su padre, más su madre le dirá que buen corazón tuvo por siempre, sus amigos dela Facultad lo recordaran entre éstos, los Doctores, Bernardo González, Elías y Javier Camacho, Silvestre, Ángeles, Nora, y el Traumatólogo Leyva, compañeros de Generación, en Villa Cuichapa y sus alrededores, sus Hermanos de Religión, y amigos de siempre lo recordaremos. Sus restos fúnebres serán cremados hoy viernes después del mediodía. Para todos y cada uno de sus familiares, nuestro más sincero pésame. Descanse en Paz el Dr. Enrique Ramos Cruz.