Cómo cambian las cosas en cuatro años, de qué manera un equipo se puede derrumbar. El sueño español terminó muy pronto. La pesadilla que supuso la goleada contra Holanda no se acabó nunca y este miércoles, ante Chile en el Maracaná, se confirmó que el imperio español, aquel que comenzó a dar muestras de inestabilidad en este mismo estadio en la final de la Confederaciones ante Brasil, ha perdido todo su brillo.
España llegó a Brasil cargada de ilusiones, era lógico, el Mundial esperaba y la opción de refrendar la Corona era una hermosa posibilidad. Después de caer ante Holanda, los de Del Bosque se quedaron sin explicación alguna y prefirieron pensar que todo quizá había sido una casualidad. Lo cierto es que llegó Chile, un equipo igualmente trabajado que ha puesto las ideas de su entrenador en lo más alto del futbol Mundial. Sí, Sampaoli ha hecho de Chile una selección altamente competitiva.
Maracaná esperaba el partido, pletórico, como lo marca su historia. Los equipos saltaron al campo y el duelo comenzó como quizá se esperaba, España intentaba tener el balón pero siempre se enfrentó a un equipo de guerreros, un equipo que supo pelear el esférico en cada centímetro de cancha.
Desde muy temprano los de Del Bosque comprendieron que el partido no sería sencillo. La Salección de Chile comenzó a sentirse cómoda en el juego y su presión se combinó con la profundidad necesaria para crear peligro en el marco de un desconocido Casillas. Es así como llegó el primer gol de los sudamericanos, en una jugada colectiva inmensa que se acomodó perfecto con el imponente entorno. Maracaná, fiel testigo de grandes hazañas, observó como Vargas culminó un jugadón tras quitarse a Casillas y definir de buena forma.
El gol pegó fuerte en los ibéricos. La posesión de balón se convirtió en su peor enemigo y demostraron lo que ya antes se podía advertir. España tiene tiempo sin saber qué hacer con la pelota. Los intentos de La Roja se limitaban a buscar pases a la espalda de la zaga chilena, pases que Diego Costa no era capaz de controlar, quedando todo en manos del arquero Bravo.
El golpe letal llegó antes de la culminación del primer tiempo, tras un tiro libre de Alexis Sánchez que Casillas rechazó al centro del área. Aránguiz estuvo atento al rebote y mandó el balón al fondo de las redes. Con dos goles en contra, España fue sólo un fantasma corriendo en un estadio gigante.
El segundo tiempo tuvo pocas historias por contar. Chile pudo marcar el tercero, tuvo sus oportunidades claras, pero no las supo concretar. España lo buscó, sin mayor argumento que las ganas. Busquets tuvo en sus pies una jugada muy clara que pudo cambiar la historia, pero esta noche en Maracaná, España no estaba para lograr hazañas. Chile ganó con un juego espectacular y se convirtió, junto con Holanda, en los primeros invitados a los Octavos de Final.
