CORRUPCIÓN S.A. de C.V.

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Por El Bicho Politicón

Acabo de leer un interesante ensayo acerca de la corrupción, cuyo autor es Gustavo Rivera Loret de Mola y lo publicó en la revista Nexos de esta semana, en el hace una radiografía de la corrupción en el país, lo que creemos los mexicanos sobre la corrupción, cómo nos vemos a nosotros mismos frente a la corrupción.

Bien, Gustavo Rivera nos dice que a la corrupción la vemos en tres dimensiones: la corrupción de ellos, la corrupción de nosotros y la corrupción de todos.

Nos dice el autor que cuando hablamos de la corrupción de ellos se trata de la corrupción desde el gobierno y de los poderes fácticos y cuyas cabezas visibles son Peña Nieto, los Duarte, Salinas, Odebrecht, líderes sindicales. Rivera nos dice que “Es el tipo de corrupción que ocupa las primeras planas cada mañana, la que más indigna, la que se observa como prueba fehaciente de la existencia de una “sociedad de privilegio”, y la que hace perder la confianza en las instituciones políticas; el tipo de corrupción al que se asocian palabras como depredación, desfachatez, prepotencia, cinismo, robo, mentira, impunidad, maldad, nepotismo, fraude y mafia; el tipo de corrupción donde, salvo algunas referencias a las ‘televisoras’ y los ‘grandes empresarios’, la sociedad se encuentra ausente”.

La corrupción de nosotros la vemos, según los resultados de las encuestas que aplicó el autor, como un mecanismo de justicia social, como una respuesta a la corrupción de ellos, es la corrupción de todos los días, es la ‘patente de corso’ que tenemos los de abajo para equilibrar la balanza, es con la que sentimos que burlamos al sistema para obtener un beneficio inmediato.

Nos dice Gustavo Ribera “En resumen, la corrupción de nosotros no sólo es un fenómeno elusivo en el imaginario colectivo, sino también un conjunto de conductas cuya ética se juzga dependiendo del contexto. No es lo mismo desfalcar miles de millones de pesos del erario que realizar un pago extraoficial para agilizar un trámite, mucho menos para recibir medicamentos que deberían ser gratuitos. Los mexicanos se dan cuenta de estas diferencias y las resaltan para distinguirse de la llamada “clase política”, que es vista como la verdadera encarnación de la corrupción y como un reflejo nítido de la “sociedad de privilegio” que tanto indigna en un contexto de desigualdad social”.

Por último, la corrupción de todos es la justificación final de que este país no tiene remedio, nos dice el autor “La corrupción de todos son las aseveraciones fatalistas que los políticos suelen hacer en defensa propia cuando son acusados de actos de corrupción, y las explicaciones que los mexicanos suelen dar al descubrir que la corrupción de nosotros no siempre puede ser considerada un acto de justicia”.

Ya lo dijo Peña “el que esté libre de corrupción, que arroje la primera piedra”.

El ensayo completo lo puede usted leer en http://www.nexos.com.mx/?p=33376.

Pues eso.

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