El sistema de salud mexicano no pudo eliminar el riesgo para las mujeres embarazadas durante la contingencia, pues los hospitales Covid no dejaron de atender los casos de maternidad, pero la Secretaría de Salud emitió un protocolo de cuidados para este sector de la población. La atención al embarazo, al parto y a los recién nacidos está centrada como un servicio que debe mantenerse de forma esencial durante la pandemia.
En primer término, las medidas de higiene y sana distancia deben ser especialmente estrictas en las mujeres embarazadas, en el lavado de manos y en el confinamiento en sus hogares de ser posible.
Las mujeres embarazadas deberán prestar atención a los signos de alarma comunes, tales como el sangrado vaginal o la salida de líquido. En caso de presentar cualquiera de esos síntomas, es necesario solicitar atención inmediatamente. Otras señales son el dolor de cabeza intenso, la visión borrosa o lo que se conoce como ver lucecitas, el zumbido de oídos, la hinchazón de cara, manos o pies, el dolor en la boca del estómago o la fiebre.
Karla Berdichevsky mencionó que una mujer en esta condición no debe quedarse incomunicada, por lo que hay una línea telefónica, el 800 materna (6283762).
“Por favor, si estás embarazada ten este número a la mano, que es una forma de conectar y responder a tus dudas sobre signos de alarma o sobre a qué unidad debes acudir para obtener atención”, dijo.
El objetivo es crear un vínculo de atención y no requerir que la mujer en dicho estado salga de su casa para, por ejemplo, responder a alguna duda o inquietud.
Pese a los riesgos, es necesario mantener la frecuencia de las consultas prenatales. “Hay cosas en la atención prenatal que no podemos dejar de hacer y en los servicios de salud se seguirán ofreciendo las pruebas para detección de VIH, por ejemplo, para prevenir la transmisión madre a hijo, que son parte fundamental de la atención prenatal”, comentó.
