Sin sabor, color, ni aroma, el agua es el elemento indispensable para el perfecto funcionamiento de los órganos del cuerpo. De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) más de la mitad de la masa corporal de los bebés está conformado por este líquido. Por eso es vital mantener un volumen adecuado en cada etapa de la vida.
De cero a seis meses los especialistas aseguran que los pequeños reciben suficiente agua, ya que alrededor del 88 por ciento es a través de la leche materna o fórmula.
“Es importante saber que los bebés menores de seis meses pueden dar traguitos de agua, pero no más, ya que ésta puede interferir con sus habilidad para absorber los nutrientes de la leche.
“Cuando un recién nacido ingiere este líquido en exceso puede experimentar la sensación de saciedad, lo que provoca que disminuya su necesidad de alimentarse. De manera que se debe consultar a un especialista antes”, explica el pediatra Rogelio Méndez.
También existe la intoxicación al ingerir demasiado líquido, agrega el especialista, aunque no es frecuente que esto suceda, y se da porque diluye el sodio del cuerpo, desajusta los electrolitos e inflama los tejidos; el resultado puede ser desde convulsiones, hasta estado de coma. La recomendación es verificar las instrucciones para preparar la fórmula y no agregar agua en exceso; así, el bebé recibirá los nutrientes necesarios.
A más edad, mayor líquido
Durante el sexto mes, cuando la alimentación ya incluye las primeras papillas, sin dejar de a un lado la lecha, ya que sigue siendo fundamental para el pequeño, es conveniente comenzar a darle agua en poca cantidad. Seguramente, al principio la rechazará porque no está deshidratado, pero las mamás deben insistir de vez en cuando.
“A partir del primer año es indispensable duplicar un mayor consumo de agua”, asegura Liliana Jiménez, directora del Departamento de Hidratación y Salud de Danone Nutricia Research.
Añade la especialista que a esta edad deben comenzar a beber alrededor de 1.3 litros al día; por lo menos, la mitad deber ser bebida y la otra mediante frutas, verduras y demás alimentos.
“DEsde esa edad se empiezan a formar los hábitos y uno de ellos deber ser tomar agua!, agrega.
La AAP recomienda que el agua sea el líquido principal usado para hidratar, seguido de la leche y jugos de frutas 100 por ciento naturales. Es necesario evitar jugos artificiales, refrescos y bebidas con alto contenido de azúcar.