La cancelación del boliviano Evo Morales acabó por deslucir la Cumbre Iberoamericana de Panamá, que arranca este viernes en la capital del país centroamericano casi sin la mitad de los jefes de Estado de la región.
El gobierno de Morales anunció la cancelación del mandatario tras haber confirmado su presencia hace unos días. Tiene una “recargada agenda” de trabajo, señaló el Ejecutivo de La Paz.
Una decena de los 22 jefes de Estado iberoamericanos, entre ellos el rey Juan Carlos de España, faltará a una cumbre calificada como la de la renovación por los cambios que se aprobarán en ella, entre ellos convertir estos foros de anuales en bienales a partir de la de 2014 en México.
El eje más izquierdista de la comunidad iberoamericana, el de las críticas abiertas en este tipo de encuentros, apenas tendrá representación en la Cumbre Iberoamericana de Panamá. Morales era su único representante, junto con el nicaragüense Daniel Ortega, que queda ahora como único abanderado. El ecuatoriano Rafael Correa no acude a Ciudad de Panamá, la argentina Cristina Fernández de Kichner está convaleciente (en su lugar viaja el presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez, porque el vicepresidente está en ejercicio del poder), el uruguayo José Mujica tampoco viaja por su salud, la presencia del cubano Raúl Castro se da por descartada, igual que la del venezolano Nicolás Maduro.
Fuera de ese eje, tampoco estarán el chileno Sebastián Piñera ni el guatemalteco Otto Pérez Molina. De la brasileña Dilma Rousseff no se sabía nada este jueves.
Entre quienes ya se encontraban en Ciudad de Panamá o tenían previsto llegar a lo largo de la noche, eran el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy; el presidente de Paraguay, Horacio Cartes; y el presidente de México, Enrique Peña Nieto.
