Visitar el estado es disfrutar del paisaje, del patrimonio arquitectónico y arqueológico, y sumergirse en el delicioso campo gastronómico
Con el zacahuil y bocoles en el norte, los visitantes complacen el paladar, con un delicioso arroz a la tumbada en el sur o con embutidos y quesos en la zona centro
Xalapa, Ver., 09 de abril de 2014.- Veracruz con su extenso territorio, cuenta con un patrimonio natural y cultural de gran riqueza, y la gastronomía como un bien inmaterial tienen un papel preponderante dentro del turismo y las costumbres que la entidad ofrece a los visitantes.
De hecho nuestro estado tiene una ruta gastronómica que abarca todo el territorio, con una variedad amplísima de aromas y sabores que hacen un sitio donde los más exigentes paladares encuentran satisfacción y regocijo.
Sean platillos a base de pescado, carnes rojas, aves, vegetales, frutas, especias, Veracruz da para todos; las recetas ancestrales como aquella con maíz y cacao o las nuevas, hacen que los comensales suspiren con el aroma del acuyo u hoja santa.
En el norte, su majestad el zacahuil se sirve en las mesas de Poza Rica y Papantla. Se trata de un preparado de masa a punto de champurrado mezclado con carne y hierbas de olor; todo envuelto en hojas de plátano y cocido en horno de piedra.
En el centro del estado, donde la ganadería tiene una gran actividad, los productos lácteos como quesos, yogurt, leche y los asaderos de carne de res, carnero y conejo, tienen preponderancia.
También los embutidos estilo español, como el jamón serrano de Córdoba y Perote o los quesos de La Joya, son la base de la gastronomía de la zona. En el centro y zona montañosa existe el mole que, con diversos acentos, ya sean ligeramente dulces, amargos o ahumados, han dado prestigio a Veracruz, incluso en el extranjero.
Así, las empipianadas, es decir, tortillas dobladas y bañadas con salsa de semillas de pipián o los bocoles, una tortilla gruesa, de unos cinco o 10 centímetros de diámetro, que se mezcla con manteca de res o de cerdo o vegetal; y se cuecen en un comal, rellenas de frijol, queso o chicharrón principalmente y que los veracruzanos compartimos con los estados circunvecinos del norte.
En lo que al sur se refiere, el pescado a la veracruzana es una de las delicias más solicitadas en las mesas: es el platillo por excelencia y está preparado a base de pimientos rojos y verdes, aceituna, alcaparras, cebolla, tomate, y hierbas de olor entre, otros. El pez utilizado es un robalo, uno de los ejemplares de gran sabor, blancura y sabor.
Pero también, los tapixtes son un platillo para los gustos intensos: se trata de piezas de pollo hervido en salsa verde, con rebanadas de plátano verde y hojas de acuyo envueltos en hojas de plátano hervidos al vapor. Existe una variante preparada con pescado, y se llama pilte.
También el arroz a la tumbada es otra de las delicias de la cocina popular, es un platillo caldoso originario de Alvarado preparado con tomate, cebolla y mariscos como camarón, pulpo y almejas.
Visitar Veracruz no es sólo disfrutar del paisaje, del patrimonio arquitectónico, arqueológico, es también sumergirse el delicioso campo gastronómico que nos identifica y nos hace reconocernos en otras latitudes.