El descubrimiento de la fosa clandestina en el municipio de Matamoros se logró gracias a una llamada anónima
La localidad de San Antonio del Alto, en el municipio de Matamoros, Coahuila, se ha convertido en un verdadero cementerio clandestino, al descubrirse más de tres mil restos óseos, la mayoría de ellos calcinados.
El hallazgo fue realizado por miembros del Grupo Vida, integrado por personas que buscan a sus familiares desaparecidos en distintos puntos de Coahuila, acompañados por miembros de la Policía Investigadora, la Fiscalía General de Coahuila y el Mando Especial de La Laguna.
Silvia Ortiz, vocera de la organización, indicó que el descubrimiento del lugar se dio gracias a una llamada anónima, en la cual les dieron instrucciones exactas sobre su ubicación.
“Llegamos al punto muy rápido, no batallamos. La persona que nos dijo y fue una llamada anónima fue muy exacta, porque comenzamos a escarbar en la superficie y ahí fue donde encontramos los fragmentos óseos, entre ellos dientes, además de restos de ropa”, comentó.
Añadió que en el lugar también se encontró un tanque, el cual era utilizado por la delincuencia para cocinar a los cuerpos humanos y desintegrarlos, algo que han visto también en otras fosas clandestinas.
Explicó que van a regresar al lugar en el futuro cercano, pues falta retirar tierra de otros puntos y escarbar a más profundidad, donde esperan localizar más restos humanos. Actualmente, existen alrededor de 500 personas asesinadas en la entidad, las cuales no cuentan con identificación y se encuentran enterradas en fosas comunes.
Con información de Milenio
