En medio de alabanzas dieron el último adiós a Raquel García Rosario, una de las víctimas que falleció a causa de un accidente en motocicleta en la carretera Coatzacoalcos-Minatitlán.
Raquel tenía 20 años y era estudiante de ingeniería en electricidad en la universidad Benito Juárez en Minatitlán.
El día que, Raquel fue arrollada por un tráiler en la carretera Las Matas, regresaba a Minatitlán del Hospital Mayo en Coatzacoalcos.
Su madre y otros familiares habían sufrido un accidente automovilístico en el tramo de la carretera de Jáltipan el pasado 10 de julio. Raquel cuidaba de ella.
La familia García Rosario estaba feliz, a las 7:00 de la noche de ese viernes la señora Verónica estaría en casa tras cuatro días de estar hospitalizada.
Verónica no imaginó que saldría el 14 de julio del hospital para velar y sepultar a su amada hija.
Los últimos momentos de vida de Raquel los paso con su madre, por la mañana la baño, le dio de desayunar.
Después del medio día platicaron, y no paraban de reír, la familia pastoral de “La casa de Dios y de Milagro” les visitó y comieron pollo.
Raquel pronto terminaría la carrera, pertenecía a una familia trabajadora de clase media.
Así que ella trabajaba y estudiaba, aunque no tenía necesidad pues sus padres le daban lo necesario. Sin embargo, le gustaba ser independiente, y soñaba con comprarle otra casa a su madre.
Sus amigos cuentan que ahorraba para comprarse un bocho, que ese modelo le gustaba, “ella era muy sencilla, también le gustaban las motos, ya andaba viendo en comprarse una”, señalan.
La motocicleta que traía el día de la tragedia era prestada, era del trabajo. Y esos días que estuvo cuidando a su madre la ocupaba para ir viajar de Minatitlán a Coatzacoalcos.
Sus sueños jamás estuvieron apartados de los propósitos divinos, el miércoles asistió al culto. La iglesia mantenía oración constante por la familia.
“No te preocupes por nada, me dijo. Se llevó el celular para que yo estuviera tranquila, solo iba a buscar un coche que le habían prestado y regresaba por mí al hospital para llevarme a casa”, relata la madre de Raquel.
Así que, Raquel salió a las 4:50 de la tarde del hospital, se subió a la motocicleta y a las 5:00 horas, solo diez minutos después, un tráiler la arrolló en la carretera Las Matas. Ella Murió.
Su cuerpo quedó irreconocible, las llantas del tráiler pasaron por encima de la joven y la arrastró unos metros sobre la carretera.
“Hubo un accidente en las Matas, una mujer fue arrollada”, llegó el cometario a la madre de Raquel en el hospital. Al momento lamentaron la noticia, pero no imaginaron que era Raquel.
Los minutos pasaron y Raquel no llegó con las personas que prestarían el carro, no regreso al hospital. Las fotografías comenzaron a circular en las redes, se observaba una motocicleta roja, unos tenis, una mochila, a la orilla de la carretera un cuerpo de una jovencita … “¡es Raquel!”, confirmaron.
Raquel pertenecía a una comunidad Cristina y se desenvolvía en distintas actividades de liderazgo, danza, oración, apertura de cultos, campañas… una joven muy querida y apreciada.
Este fin de semana le dieron el último adiós, las alabanzas y oraciones confortaron el corazón de la familia García Rosario. Creen que Dios tiene un propósito, había dolor y tristeza, pero también esperanza.
La familia se mantuvo serena, se les escuchaba decir: “Aunque ande en valle de sombra y de muerte no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo, tu vara y tu callado me infundirán aliento” (salmos 23).
El cortejo fúnebre partió de su domicilio en la colonia San Antonio a la iglesia “La casa de Dios y de Milagros” en la Emiliano Zapata, y su última morada terrenal fue en el panteón de Mapachapa.
Los cristianos se aferran a lo escrito en las sagradas escrituras “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).
“El espíritu de Raquel vuelve a Dios, ahora está en el cielo, pero habrá resurrección para vida eterna”, dicen. “Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”, (Job1:21).
Esta semana hubo varias víctimas que fallecieron por accidente en motocicleta en menos de 72 horas en la zona conurbada de Minatitlán y Cosoleacaque.
Álex Mota, estudiante del Itesco de Coatzacoalcos, chocó contra una pipa en la colonia Azteca en Minatitlán.
José Antonio Vázquez Alemán, derrapó sobre la carretera Cosoleacaque Zaragoza, no traía casco. Era de la congregación de Coacotla.
Y el domingo se registraron varios accidentes, la mayoría han sido por exceso de velocidad, afortunadamente solo lesionados. Autoridades de vialidad y tránsito invitan a portar casco y a manejar con precaución.
Con información de Mari Alcalá/Minatitlán
