DOÑA PETRITA, LAS MANOS CON ESE DON DE SANACIÓN DE CAMPO NUEVO… LAS CHOAPAS DE MIS AYERES …

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POR ALFREDO BANDALA MARZO 6 DEL 2021


Sólo sé que el espíritu es quien enferma. Y el espíritu es quien enriquece; las personas que han alcanzado la fortuna es porque sus espíritus han viajado al reino espiritual de la riqueza…Un sabio como yo no debe cobrar por sus servicios, no debe lucrar con su sabiduría. Quien cobra es un mentiroso. El sabio nace para curar, no para hacer negocio con su saber…
Cuando me tocó disfrutar mi infancia en la legendaria colonia de Campo Nuevo, fui inmensamente feliz por siempre convivir con mis hermanos Rubisel, Katia, Marco Antonio y Arturo Alejandro(Tato +) de quienes tengo los mejores recuerdos . Sin faltar la grata convivencia de mis grandes amigos de esa época como Tano, Víctor Dantori , Juan Y Valente Esquivel, Paco loco, Piri, Jonathan Cruz, el profe Chelín, Franco Pérez Ituarte, Alfredo y David Reyes Martínez, Alvaro y Coqui Torres,; Hugo, Melesio y Mesala Carrera, Wilber Cambranis, Lito Méndez, Carlos Manuel Laguna( el teco +), chechereche(+), Óscar Ituarte, pico chulo y el gallo, Elías Reyes Cruz, María Rosique, Lalo (el Indio), Moncho ( el toloque) Ruíz, Abad, Vicky Ituarte, Adriana y Claudia( la ojos) Jiménez, la chulina, Maribel Blanco, Miguel ( el caribe), Miguel (cara sucia) y su hermano el mocho, Betito Pérez Luis ( hijo de don Pascualito), entre otros .


En esos años de 1970 y 80, las calles estaban sin pavimentar, jugábamos en la vil tierra a las canicas,( recuerdo perfectamente esa peculiar forma de jugar de Mesala) , a la timbomba, al salva partido, al trompo, voley bol frente a la casa de don Juanito Blanco y , nuestro juego favorito, el fútbol . Ese contacto permanente con la tierra era un factor importante para que uno a uno , en diferentes tiempos cayéramos en casa de “ las manos mágicas de nuestro querido barrio” doña Petrita , pues los dolores estomacales y empacho nos llevaban allá.


El día de hoy, toca hacerle un reconocido homenaje a esa linda mujer que con amor, paciencia y ternura ponía sus manos en nosotros, se encomendaba a Dios para que nos curáramos y después de untarnos alguna pócima o ingerir sus brebajes, le atinaba pues eran mágicos y eficientes sus remedios, es la señora Petrona Torres Ascencio, mejor conocida como doña Petrita.


Nace en la villa de Luis Gil Pérez en el estado de Tabasco un lunes 29 de Junio de 1903, lo único que se sabe de sus padres es que su mamá se llamó Eloísa. De muy niña se la llevan a Las Choapas y se casó muy jovencita con José Ángel Pérez Blanco, uno de los primeros carniceros que hubo en nuestra ciudad. Tuvo una sola hermana, Doña Lonchita, quien vivía también en Las Choapas y la frecuentaba casi a diario.


A la edad de 17 años tuvo a su primer hijo a quien le llamaron Miguel Ángel y posteriormente llegó el segundo vástago a quien le llamarían Lucio de apellidos Pérez Torres. Los hijos de Miguel Ángelo lo fueron Elvia, Violeta y Domitila. Los hijos de Lucio fueron Miguel ángel, Ma. Elena, Lucía, Petra, Ricardo y David.
Se sabe que desde que la llevan a vivir a Las Choapas, siempre vivió en la casa que todo mundo la conocimos sobre la calle Revolución, a un costado del Kínder Corazón de la maestra Dalia. Doña Petrita contrae segundas nupcias con el petrolero de origen istmeño, Casimiro Maldonado González quien ya había sido casado y tenía un hijo llamado Raúl Maldonado.
Raúl Maldonado era timonel del legendario barco “Potrero del Llano”, y tuvo la oportunidad de viajar a muchas partes del mundo, de donde le traía a doña petrita los “figurines”, ahora llamado catálogos de la ropa femenina que estaba de moda en esa época. Ese barco donde tripuló por muchos años el joven Raúl fue el primer buque petrolero mexicano, torpedeado e inutilizado, por el submarino alemán U-564 tipo VII-C comandado por el Kapittänleutnant Reinhard “Teddy” Suhren a las 23.55 horas del 13 de mayo de 1942. Este hecho llevó a nuestro país a abandonar su neutralidad y entrar en la segunda guerra mundial.


Al ver los vestidos que se usaban en el viejo mundo por medio de esos “ figurines” le nace la idea de empezar a hacer vestidos, primero para ella y su hermana Lonchita y posteriormente, le avisó a sus vecinas y de esa manera se fue acreditando su fama de excelente modista llegando a tener una cantidad excesiva de trabajo que muchas veces terminaba a altas horas de la madrugada, siempre acompañada por su nieto David quien llegó a vivir con ella a la edad de 9 años.


Las mejores clientas que tuvo fueron las esposas de los ingenieros petroleros que vivían en la col. Hollywood, además de muchas que vivían en “el pueblo” . Una de las esposas de los ingenieros petroleros la recomendó en una ocasión para que le hiciera a Pemex 20, 000 bolsas pequeñas de tela para recolectar las muestras de tierra cuando se dio esa racha de descubrimientos de tantos yacimientos de petróleo en la zona.


Llegó a tener tanto trabajo que en son de broma decía que ella ganaba más que su marido que era petrolero.
A doña petrita le gustaba mucho leer y en sus ratos libres empezó a interesarse en temas de herbolaria, plantas, medicina natural y empezó a sembrar algunas plantas en el jardín de su casa. En una ocasión, su nieto David se enfermó de calentura, fue su abuelita quien le dio un preparado con hierbas de su jardín y lo curó. A los días, se enferma el hijo de una vecina de tos, se habían enterado del remedio que había curado a David y se lo lleva a doña Petrita, le atinó con el remedio y lo cura.
Como en campo nuevo la gente es muy comunicativa, se empezó a regar el comentario de los dones curativos de esta linda abuelita y es así como día a día, y de boca en boca se supo como reguero de pólvora que doña Petrita era la solución para los niños que teníamos empacho, anginas, asma, pujillo, tos, calentura, gripe. Ensalmaba y con la práctica de tantos pacientes diarios y leer tantos libros sobre esos temas llegaban de toda la ciudad de Las Choapas y la zona rural para llevarle a sus hijos.
Ella era la culpable de que nuestras mamás nos dieran a tomar esas horrorosas purgas de aceite de ricino una o dos veces por año.
Ella preparaba ciertos medicamentos naturales con barro, mangle, cascara de huevo y cascara de naranja. Hacía pomadas de concha nácar y pomadas con cebo de vaca. A las 4 de la mañana ya estaba en pie haciendo sus preparados pues eran muchos los niños que le llevaban con diferentes síntomas, eran un promedio de 20 niños diarios.
Cuando se abre el Kínder Corazón a un lado de su casa, era tal la fama curativa de doña Petrita que todas las mamás que llevaban a sus niños con la maestra Dalia, mínimo en alguna ocasión llevaron a curar de empacho a sus hijos. Todos los que nacimos y vivimos en la colonia campo Nuevo, vagos boys, que eran las colonias cercanas a la casa de ella, pasamos por sus manos, es por ello que hoy al leer estas líneas podrán retroceder en el tiempo y recordar que cuando nos curaba, cerraba sus ojos y sus manos, de una manera mágica recorrían parte de nuestro cuerpo, escuchando como mencionaba los salmos 23, 91 y 121.
Hasta muy avanzada edad, dona Petrita fue católica y unos años antes de fallecer, al escuchar a un pastor proveniente de Estados Unidos, la convenció de ser pentecostés, se casa con la biblia y se bautiza como miembro de ese movimiento religioso.


Cuando nos paladeaba, para que no la mordiéramos, tenía una palita la cual te metía en la mordaza y así poder meter el dedo sin ningún riesgo de una mordedura. Era de complexión muy delgada, bajita de estatura pero con una fuerza para dominar a los niños berrinchudos.


Fue adquiriendo con los años muchos más conocimientos de salud de manera empírica que empezó a “tallar” a las mujeres embarazadas que tenían malestares durante la gestación del bebé. Llegó a ser muy atinada para predecir el sexo del bebé.
En una ocasión llegó un matrimonio de Rio Playas a buscarla, él era un ranchero muy acaudalado ($) iban muy angustiados pues llevaban varios años de casados y habían recorrido a varios especialistas, incluso en Estados Unidos con la ilusión de tener hijos, no querían adoptar. Alguien de la zona rural le platicó sobre lo atinada que era doña Petrita y fueron a verla como última instancia.


Cuando los escuchó, ella se concretó a decirles que haría lo que en sus manos pudiera que siempre confiando en la voluntad de Dios… Le preparó un brebaje a la señora, se lo tomó ahí mismo y los citó para 15 días. Puntuales acudieron a su cita con la ilusión de ese anhelado bebé y le dio a beber a la señora otro brebaje preparado con hierbas naturales. Ya no regresaron.


Habían pasado 7 años de aquella visita de este par de rancheros provenientes de Rio Playas que ilusionados en tener un hijo acudieron con doña Petrita, cuando un día su nieto David le dijo que la buscaban unos señores con una “retahíla” de chamacos . Cuando les preguntó que se le ofrecía , le dijeron que eran aquellas personas que deseaban tener un hijo pero que no podían…esos brebajes que le dio “ la abuelita” surtieron efecto y llevaban a presentarle a 4 de sus hijos y la mujer iba embarazada.


Le pidieron otro favor a doña Petrita, que si ella podía hacer algo para que la familia ya no creciera más, a lo que sabiamente les contesto: “Dios me dio el don para dar, no para quitar”. Agradecido, el ranchero le dejó $ 250.00 como agradecimiento al milagro de haberlos hecho padres.


Es importante mencionar que desde que doña Petrita empezó a dedicarse en cuerpo y alma a la sanación de tantas personas, siempre lo hizo con la mentalidad de no lucrar, la gente misma fue quien la gratificaba con dinero para que comprara los insumos para sus pócimas y remedios.


En esos años 70´s , la gente de la zona rural de Las Choapas como Cerro de Nanchital, el chichón, Rio Playas que sabía de esta abuelita que curaba con medicina natural y que tenía algún familiar enfermo, padecía las inclemencias de llegar hasta donde ella vivía pues, pues para llegar con doña Petrita se trasladaban primero por el río, luego en caballo y finalmente por carretera. Había ocasiones en que llegaban a casa de doña Petrita por la madrugada, por lo que tuvo que habilitar un espacio de su humilde casa como recámara para recibir a esa pobre gente y pudieran descansar. Al otro día, les daba de desayunar, los consultaba y regresaban a buena hora a sus rancherías.


Era tanta la fe que la comunidad choapense le tenía a esta linda abuelita que en una ocasión, a altas horas de la madrugada le llevaron a un joven del barrio de vagos boys con la oreja a punto de desprendérsele , solo un hilo de piel la sostenía y con inicios de infección. Al verlo, ella dijo que debieron habérselo llevado desde que le pasó el accidente pero que se pondría en voluntad de Dios y esperaba un milagro. Le empezó a lavar la herida con sus hierbas y le hizo la curación con sus remedios y lo citó para dentro de tres días. El joven volvió y le hizo otra curación, iba evolucionando . La oreja se salvó , este joven estrenó oreja. Tiempo después este agradecido joven se fue a vivir a Nuevo Laredo pero antes paso a despedirse y agradecerle a doña Petrita por ese milagro.


Cuando la hija mayor de su nieto David tenía 4 meses de edad, estuvo a punto de fallecer. De repente se puso delicada de salud sin que se le detectara que padecía, la internaron en el hospital de Pemex en El Plan, y en esos días el médico especialista pediatra estaba de vacaciones, el Dr. Chang. Los médicos que atendían a la bebé hablaron con los papás y les dijeron que nada más podían hacer por salvarle la vida, que se la entregaban para que se la llevaran a morir a su casa. Los padres desconsolados se fueron a donde vivían, que era la casa de doña Petrita y al verlos llegar, la angustiada abuelita tomó a la bebé entre sus brazos, se sentó en el sillón y le dijo a Dios que entregaba su vida a cambio de la de la bebé, que a ese angelito la dejara vivir y se la llevara a ella.
No pasó ni una de las dos cosas. Al otro día localizan a David para avisarle que el Dr. Chang ya estaba en el hospital, toman a la bebé y se van para allá. David se va directo con el pediatra, al verlo le dice que no pueden hacer nada por Selene, que si él metía mano y fallecía, lo culparía, que se la llevaran a su casa. David sale desconsolado del hospital donde lo aguardaba su esposa y la bebé y le dijo “ vamos a entregársela a Dios, él nos la dio, nos toca devolvérsela”.
Al día siguiente internan nuevamente a la bebé y solo un milagro pudo explicar la evolución de este angelito. Hoy en día Selene es madre de dos hijos, nietos de esa pareja que fueron testigos de un verdadero milagro.
Doña Petrita trajo consigo ese gran dolor por la desaparición de su hijo Miguel Ángel. Su hijo mayor un día se fue de casa y a los años regresó. Vuelve a desaparecer y ya jamás se volvió a saber de él. Esa pena afectó mucho la salud de su madre.
Un día lunes 8 de Junio de 1998 Dios llamaba a su lado a esta gran mujer que vino a este mundo, a esta ciudad y a esta colonia de Campo Nuevo a dar su tiempo, sus conocimientos y su vida por curar a cientos de niños de diferentes malestares. A ella acudieron los padres de niños más acaudalados como los más humildes de toda la ciudad y zona rural, a todos nos trató con el mismo amor, cariño y preocupación por sanarnos. Había gente que en lugar de darle una gratificación por sus servicios, se llevaban de ella un poco de café, pan o lo que pudiera darles al ver las necesidades que tenían.
Siempre traía unas monedas en las bolsas de su mandil, las que les daba a cada nieto o bisnieto que la visitaba. Siempre puesta a ofrecerles de desayunar o comer porque ese era su misión…Dar.
Gracias abuelita de todos los niños que curaste, gracias Petrita linda por siempre estar dispuesta a atender a quien llegara en tu ayuda, así fuera en la madrugada. Siempre estuviste dispuesta a ayudar y dar.
RESPETUOSAMENTE
JOSE ALFREDO BANDALA ALMEIDA
Agradezco infinitamente a Ricardo y David Pérez Tores, así como a mi querido amigo Jonathan Pérez Cruz por apoyarme con la información para la elaboración de la presente crónica.
HAGÁMOS QUE MÁS CHOAPENSES CONOZCAN UNA PARTE DE LA HISTORIA DE LAS CHOAPAS COMPARTIENDO ESTA PUBLICACIÓN!!!

1 COMMENT

  1. MUCHAS GRACIAS POR COMPARTIR ESTAS ANÉCDOTAS MI ESTIMADO YO VIVI EN ESA COLONIA CAMPO NUEVO ALADADO DE DON JUAN BLANCO EN EL AÑO DE 1980 CONOCI A VARIOS AMIGOS DE LOS QUE MENCIONAS SALUDOS

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