Debido a su situación legal y administrativa. Fue condenado a 5 años y 6 meses de prisión por irregularidades financieras, específicamente por malversación de fondos y uso ilícito de dinero de la Santa Sede. La condena se relaciona con¹:
- Compra irregular de un edificio en Londres: Becciu autorizó la inversión en un fondo para adquirir una propiedad en Sloane Avenue, Londres, lo que resultó en pérdidas de 200 millones de euros para la Santa Sede.
- Transferencia de fondos a su hermano: Becciu transfirió 125.000 euros de fondos del Vaticano a una cuenta controlada por su hermano, Antonio Becciu, quien dirige una organización benéfica católica.
- Pago a Cecilia Marogna: Becciu autorizó el pago de más de 500.000 euros a Marogna para supuestamente liberar a una monja secuestrada en Malí, pero ella gastó el dinero en artículos de lujo.
Aunque Becciu fue despojado de sus derechos como cardenal, incluyendo el voto en el cónclave, insiste en participar en la elección del nuevo Papa. La oficina de prensa del Vaticano ha señalado que puede participar en congregaciones preparatorias, pero su entrada al cónclave es incierta. Becciu ha anunciado que apelará la sentencia, y el proceso podría extenderse hasta el verano de 2025.²