El mensaje de la periodista asesinada en Suecia

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“Estoy viva, por cierto. Ahora vamos a descender (al fondo del mar). Te quiero. (Madsen) ha traído café y galletas”, escribió Kim Wall a su novio antes de ser asesinada y descuartizada.

El inventor danés acusado de torturar y matar a la periodista sueca Kim Wall durante un viaje en su submarino casero antes de desmembrarla, negó haber cometido el crimen, afirmando en su juicio el jueves que murió accidentalmente debido a un problema de presión en el submarino.

Peter Madsen, quien está acusado de torturar a Wall antes de que degollarla o estrangularla, negó además que se sintiera atraído sexualmente por Wall.

Mientras se encontraba en el Tribunal de la Ciudad de Copenhague, el acusado se notaba irritado al descartar que hubiera sostenido alguna clase de actividad sexual con la víctima antes o después de su muerte.

El inventor y empresario Peter Madsen habría matado y descuartizado a la periodista Kim Wall en su submarino casero. Foto de AP

Si bien admitió haber descuartizado a Wall, señaló que lo hizo porque no podía cargarla por la torre del submarino para “enterrarla en el mar”. Sin embargo, la fiscalía sostuvo que Madsen planificó el homicidio, razón por la cual se habría encontrado una sierra, cuchillos, destornilladores, tiras y tubos metálicos antes de zarpar.

Wall, una periodista independiente de 30 años de edad y la cual había publicado varios artículos para medios como The New York Times o The Guardian, zarpó junto a Madsen el pasado 10 de agosto luego de que este aceptara darle una entrevista, con la condición de que se hiciera esa misma tarde.

Sus restos fueron encontrados en bolsas de plástico en el lecho del Mar Báltico, y su torso presentaba varias puñaladas. Las autoridades también señalaron que los restos de la mujer presentaban pinchazos y cortes en los genitales.

De acuerdo con el novio de Wall, planeaban mudarse a China unos días después de la entrevista, por lo que celebraban una fiesta de despedida cuando Madsen le escribió aceptando la entrevista.

Ya en la madrugada, al no tener noticias de ella, dio aviso a la policía, quien inició su búsqueda al día siguiente cuando Madsen fue rescatado de su submarino al sur de Copenhague antes de que la nave se hundiera.

“Estoy viva, por cierto. Ahora vamos a descender (al fondo del mar). Te quiero. (Madsen) ha traído café y galletas”, fue el último mensaje de la periodista a su novio.

De ser hallado culpable, Madsen podría enfrentar una condena de entre cinco años y cadena perpetua, o incluso custodia, que es una pena indefinida para reos peligrosos.

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