El Bicho Politicón
Como información de noche de brujas llegó la noticia que el cacique sigue mandando en su feudo y que los petroleros de la Sección 16 están ‘muy contentos’ de estar sometidos al corrupto líder… bien dice el dicho ‘el que por su gusto es buey, hasta la coyunta lame’ y por la tarde se les veía dando sus rondas por la villa muy quitados de la pena y también muy ebrios… de triunfo me imagino.
Y es que oportunidad como esta es difícil que se les vuelva a presentar, ciertamente, podemos estar ante un hecho de síndrome de Estocolmo, que no es otra cosa que un trastorno psicológico que aparece en la persona que ha sido secuestrada y que consiste en mostrarse comprensivo y benevolente con la conducta de los secuestradores e identificarse progresivamente con sus ideas, ya sea durante el secuestro o tras ser liberada.
Mal hacen en festejar por adelantado, falta que López Obrador tome posesión y dé un manotazo en la mesa sindical para que vayan cayendo como moscas los caciques, desde la cabeza hasta las cabecitas…
Y es que de verdad no se puede seguir tolerando a estos pseudo líderes sindicales, que lo único que hacen es lucrar con el puesto para hacerse millonarios a costillas de los trabajadores.
Por lo pronto, a los petroleros de Villa Cuichapa les gusta que los pisoteen, que los traten como esclavos y que a la hora de defender sus intereses, agachan la cabeza con miedo y vergüenza, vergüenza que ahogan con borracheras monumentales y bravatas de cantina de mala muerte.
Pues eso.
