Por El Bicho Politicón
Se cumplió el “ritual” priista del ungido, aunque Videgaray se les adelantó unos días y Peña le metió un poco de drama cuando les sorrajó que “estaban bien confundidos”, y aunque todos los cambios en el partido iban en el sentido de abrirle la puerta a Meade, la comentocracia se hacía bolas.
Los priistas, esa subespecie de la raza ¿humana?, que se mueve al ritmo que le toca el ‘preciso’ y que si Peña señala a la derecha, todos voltean hacía ese lado, que a la izquierda, todos a la izquierda, muy a tono con esas canciones de música country donde todos se mueven de la misma forma.
Los priistas, esos que no piensan por sí mismos, por una cuestión de ‘viralización’, todos piensan como el señor presidente piensa, si ayer aplaudían a rabiar el populismo, hoy ya no, que si antier era bueno tener empresas estatales, hoy es una cosa de lo peor, así de camaleones son.
Los priistas, esos que no ven que el país se cae a pedazos solo porque el presidente lo dice, esos que decían con Calderón la inseguridad estaba fuera de control, ahora que hay más muertos, dicen que ellos no tienen la culpa. Siempre son los ‘otros’ los que están mal, que ellos sí saben cómo gobernar.
Los priistas, esos que poco a poco le irán descubriendo defectos a Peña, pero que Meade sí podrá corregir.
Los priistas, esos que piensan que aun vivimos en tiempos de los dinosaurios, chocarán de frente con una población harta de tantas corruptelas.
Los priistas, esos que con Peña nos han llevado al despeñadero… con Meade nos llevarán al…
Los priistas, esos ilusos que piensan que pueden ganar.
Pues eso.
