Por El Bicho Politicón
A veces me siento como el Quijote peleando contra molinos de viento, por más que quiero ser optimista en un futuro donde la participación ciudadana sea una realidad, pues me topo con la realidad de que somos presa de las estructuras partidarias que nos ven como clientes electorales, me explico.
Sucede que a raíz de los sismos, el gobierno federal manejará una bolsa de alrededor de 37 mil millones de pesos, dinero que usará de manera discrecional y con tintes políticos en la reconstrucción, no en balde el PRI ha propuesto renunciar a las migajas de las cuotas partidistas, con el dinero que manejará vía gobierno federal tiene más que suficiente para promocionarse.
Claro que la cosa no va a ser fácil, desde ahora se están pidiendo cuentas de cómo se destinarán los recursos, se está exigiendo que se transparente el destino de los donativos, que hasta ahora los han manejado de manera muy obscura, por decir lo menos, es que eso de manejar los dineros ya se le está indigestando a los responsables de su uso, ya que se ha descubierto que han abusado miserablemente con recursos que pertenecen a todos los mexicanos.
Como estamos viendo, esto puede ser un arma de doble filo, en principio está la oportunidad de hacer una reconstrucción transparente, con lo cual se ganarán muchos votos, pero por otro lado, está su ADN corrupto que los puede sepultar definitivamente en el ánimo del votante y los priistas muerdan el polvo nuevamente, pero eso sí, ganarían unos cuantos miles de millones de pesos… y posiblemente la cárcel.
¿Usted qué piensa, harán una reconstrucción a la japonesa o se robarán los recursos como siempre?
Pues eso.
