Una expedición científica ha descubierto sesenta nuevas especies hasta ahora desconocidas, entre ellas ranas, serpientes y peces, en la zona selvática menos accesible del sureste de Surinam.
Según la organización ambientalista Conservación Internacional, un equipo de biólogos de varios países exploró áreas remotas de Surinam sin influencia humana y se topó con decenas de especies endémicas de ese área del país que jamás antes habían sido catalogadas.
La expedición se llevó a cabo durante 2012 en ese pequeño país suramericano al norte de Brasil y cercado por Guyana, la Guyana Francesa y el Atlántico, y estuvo a cargo de un equipo de dieciséis científicos participantes en un programa de Conservación Internacional.
El trabajo de los científicos deparó el descubrimiento de sesenta especies nuevas para la ciencia, entre las que destacan seis tipos de ranas, una serpiente, once peces diferentes e infinidad de insectos.
Los descubrimientos se efectuaron en la cuenca alta del río Palumeu, donde, por ejemplo, se notificó la existencia de la “rana cocoa”, una especie de color chocolate que vive en los árboles y que se ayuda de la forma redondeada de sus dedos para adherirse a la cima de los árboles.
“Como otros anfibios, su piel casi permeable le hace ser muy sensible a cambios medioambientales, especialmente del agua”, dijo el director del proyecto de exploración, Trond Larsen, de Conservación Internacional, al presentar estos resultados.
El científico subrayó en el material que el haber encontrado esta nueva especie tiene una particular importancia si se tiene en cuenta que sólo en las tres últimas décadas cien especies de ranas han desaparecido en territorios de todo el mundo.
Otro de los hallazgos más llamativos de la expedición fue un diminuto “escarabajo liliputiense” de tan sólo 2,3 milímetros considerado, probablemente, el segundo más pequeño de Sudamérica y que está provisto de una antena que le permite captar olores a grandes distancias.
“Los escarabajos juegan un papel fundamental en la cadena ecológica y ayudan a mantener los ecosistemas”, señaló el científico en un comunicado, tras recordar que esos insectos regulan la presencia de parásitos y enfermedades, dispersan semillas y reciclan nutrientes que favorecen el crecimiento de la vegetación.
La lista de hallazgos incluye igualmente a un pez que el estudio denomina de tipo tetra, muy colorido y de pequeño tamaño que los científicos piensan que nunca antes había sido catalogado.
Los responsables del estudio inciden en que los hallazgos son una muestra de que se debe prestar especial atención a la conservación de la naturaleza en Surinam, considerado un territorio de importancia clave por los ecosistemas naturales que alberga.
El director ejecutivo de Conservación Internacional, John Goedschalk, apuntó al darse a conocer el estudio que la riqueza de la vegetación y animal de los bosques de Surinam son una muestra de la importancia de mantener un desarrollo sostenible.
Además, dijo que un territorio como Surinam puede ser un proveedor de agua en un mundo con sequías y graves carencias en el suministro de ese bien de primera necesidad.
Surinam es un territorio que contiene el 25 % de toda la superficie mundial de bosque pluvial y es selva en un 95 % de su terreno, según datos de Conservación Internacional.
Por ello, esta organización ha trabajado durante más de veinte años con el Gobierno local para proteger su más importante activo.
El estudio científico se llevó a cabo en el cauce alto del Río Palumeu, donde se verificó la buena calidad del agua, aunque con cierta presencia de mercurio que los científicos achacan a actividad minera en países vecinos.
El estudio estuvo apoyado por la Fundación para la Conservación de Surinam, la Universidad Anton de Kom de Surinam, los Museos de Zoología Comparada de la Universidad de Harvard y de Ciencias Naturales de Carolina del Norte, y el Instituto de Biodiversidad de la Universidad de Kansas.