Apenas había terminado el reto de la Ballena Azul cuando apareció uno igual de nocivo, pero con mayor acceso, el ‘Hot Water Challenge’, que consiste en echarse agua hirviendo y aguantar el dolor.
Aunque muchos preparan una manguera con agua helada para los instantes después de cumplir el reto, la mayoría lo hace sin planear el terreno, aún cuando los resultados con previsibles.
El juego ha acumulado quemaduras graves en varias personas y la muerte en otras, tal es el caso de Ki’ari Pope, una niña de 8 años que perdió la vida tras observar un video en compañía de su amiga y ocasionarse severas heridas en la tráquea.
No fue la única. Jamoneisha Merrit, de 11 años, arrojó una olla de agua hirviendo a un compañero desprevenido, quien sufrió quemaduras de tercer grado en el 90 por ciento de su cuerpo.
Las consecuencias de este peligroso reto han hecho que distintos grupos de padres de familia, así como la organización The Burn Foundation, levanten la voz en contra de los juegos que conducen a la muerte.
Con información de El Mundo.
