Su secretaria particular lo justificó argumentando que estaba fuera de la ciudad, mientras él refrescaba su garganta con unas copitas.
Felipe García Hernández
Agua Dulce, Ver.
Como es su costumbre y sin enfrentar los problemas que aquejan a la ciudadanía el alcalde de Agua Dulce, Sergio Guzmán Ricárdez, salió huyendo tras enterarse de una protesta que hubo en su contra por parte de ex-empleados municipales.
Lo anterior, debido a que seis trabajadores fueron puestos de “patitas en la calle” bajo el argumento de no haber dado resultados en estos primeros ocho meses de administración.
La decisión fue tomada por el alcalde, pero lo cierto fue que lo hizo por vengarse de la síndico, Sandra López Amador, con quien desde los inicios de su “desgobierno” ha sostenido conflictos.
Y es que Sandra, junto con los regidores Constantino Morales Montiel y Mario Espinoza Ríos, no se han prestado al juego del presidente que tiene Agua Dulce.
Este trío de funcionarios públicos le han marcado sus errores a Sergio Guzmán Ricárdez y eso ha provocado el revanchismo que mantiene el alcalde, quien prefiere restar en lugar de sumar.
Fue a muy tempranas horas de este lunes cuando los despedidos acompañados por la síndico protestaron con cartulinas en mano en los bajos de palacio municipal, siendo atendidos y escuchados únicamente por el secretario Jesús Martínez Monroy.
Del alcalde quien ha dado al pueblo una imagen falsa de su persona al igual que a Morena, partido que lo llevó al poder, lo único que se supo en los pasillos del Ayuntamiento fue que andaba echándose unas copitas en ciertos lugares de la ciudad que suele visitar en horas de trabajo.
Los conflictos que ha provocado en tan poco tiempo Sergio Guzmán Ricardez, son del conocimiento ya del próximo Secretario de Gobierno, Erick Cisneros Burgos, y con su proceder estaría poniendo en riesgo el tradicional grito de independencia este próximo 15 de septiembre, debido a que le tienen también otros asuntos guardaditos y de los cuales se dice, no saldrá bien librado.
