Por El Bicho Politicón
En la columna del compañero Juan Manuel Jiménez García, “Las Choapolíticas” del 21 de agosto, hace referencia a la muerte de Alberta, una pequeña de 15 años quien, por falta de atención médica y el rezago existente en las comunidades de la zona rural, falleció antes de llegar al hospital más cercano en Las Choapas.
Y es que Juanito pone el dedo en la llaga cuando nos dice que a “Alberta la mató el sistema y la indiferencia ante la pobreza” y tiene mucha razón, Alberta no puede ser una estadística más, si hoy ignoramos lo que le pasó a Alberta, seguiremos enterrando de manera prematura a nuestras niñas, esto es llanamente un homicidio doloso por parte de las distintas autoridades.
Cuando veo las cifras alegres que manejará la “democracia” para el próximo año (más de 30 mil millones de pesos entre partidos, tribunales e INE), resulta aberrante que una niña de 15 años muera en las condiciones en las que falleció Alberta, pero también resulta trágico como sociedad nuestra indiferencia, no podemos quedarnos callados ante esta injusticia. La pobreza no debe ser sinónimo de muerte. ¡Carajo!
¿Dónde están todas esas organizaciones feministas? ¿Dónde están los de derechos humanos? ¿Dónde están todas esas voces progresistas que velan para que no sucedan estas tragedias? ¿Dónde está Progresa o algún otro programa de combate a la pobreza? ¿Qué demonios sale a pregonar Peña Nieto sus cuentas alegres de combate a la pobreza si hay niñas muriendo en el más completo olvido?
¿Dónde está Dios?
Con la muerte de Alberta, todos hemos perdido una hija, no dejemos que su desaparición sea en vano, luchemos para que no haya una Alberta más, ojalá Juanito le pregunte al alcalde saliente y al entrante qué piensan de esto, el DIF qué hace para que no vuelva a pasar, ¿y la sedesol?
Ya los veremos el próximo año gastando alegremente millones de pesos en gorras, camisetas y paraguas, cuando bien podrían construir hospitales, clínicas, escuelas, canchas deportivas, pero algunos piensan que se joda la gente mientras ellos mantienen sus privilegios.
Pues eso.
