La tradición de vestir a los niños con trajes típicos es una tradicional que pasa de generación en generación.
Juan Manuel Jiménez García.
Las Choapas, Ver.
Dentro de los festejos por las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac a Juan Diego, sobresale una tradición que se ha mantenido a lo largo de los años y que se ha heredado de generación en generación.
Nos referimos a la costumbre de las familias católicas en vestir a las niñas y niños con el traje típico indígena para agradecer un favor o milagro de la Virgen Morena, esta tradición llena de alegría y colorido el 12 de diciembre, fecha importante para los integrantes de esta religión.
En la misa oficial para celebrar a la Virgen del Tepeyac realizada en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús en el centro de la ciudad, los padres desafiaron el frio y la lluvia para mostrar su fe y acudir con sus hijos vestidos de inditos.
Respetando sus creencias que fueron inculcados por sus abuelos a sus padres, los niños portan con orgullo el traje que usaba Juan Diego cuando la Virgen María se apareció para pedir que le edificara un santuario.
Después de la misa donde los niños vestidos de inditos reciben la bendición clerical, acuden a tomarse la foto encima de figuras de animales para conservar el momento.
Vestir a los niños de esta manera es uno de los complementos de diversas actividades que se realizan para festejar a la Virgen de Guadalupe.
