Por si fuera poco las autoridades municipales pese a lo ineficiente del primer comandante sigue utilizándolos para su vigilancia personal, lo cual empeora la situación en el municipio.
Moloacán, Ver.
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Durante los cuatro años de gobierno de Omar Ricárdez Chong, la Policía municipal dio mucho de qué hablar por lo ineficaz que resultó, ya que el primer comandante Bruno Iruviel Villegas, quien se jacta de ser todo un profesional y conocedor en materia de seguridad, simplemente no pudo con el cargo.
Este se preocupó más por quedar bien con el alcalde y sus protectores, ya que pese a los errores y al no dar resultados positivos lo mantuvieron en el cargo.
El presidente municipal y sus familiares utilizaron más a los pocos elementos policiacos para su seguridad, que para vigilar y prevenir hechos delictivos en la localidad, los cuales fueron constantes y que desataron la molestia de la ciudadanía.
A casi cuatro años, el primer comandante no implementó estrategias para evitar los robos a comercios y casa habitación, estuvo más atento a los roces con el segundo comandante Pedro Peralta de la Cruz a quien también buscó que lo cesaran del cargo y que ahora pretenden ambos buscar trabajo en la nueva administración.
Constantemente se le vio a la patrulla de la policía municipal vigilando a las afueras del rancho del alcalde, el cual se sitúa cerca de la localidad Pueblo Viejo del municipio Minatitlán, siguiendo a las unidades en las que se desplazan los familiares del alcalde.
Todo esto ha mantenido en descontento a la población por lo que con ansias esperan la llegada de la nueva administración con la cual se darán los respectivos cambios, ya que varios elementos tampoco sirvieron para brindar seguridad a la ciudadanía y deberán de irse con el alcalde que fue el que los contrató por que la ciudadanía no quiere saber nada de varios de ellos.
