Por Gustavo Martínez Contreras
A raíz del atroz multihomicidio que se dio en esta ciudad del sur de Veracruz, la sesuda administración federal tuvo a bien mandar a más de mil policías para buscar a los seis sicarios, pensando inocentemente que los homicidas mataron y se refugiaron en sus casas, ahí mismo en Minatitlán.
¿De verdad alguien cree que los asesinos son tan idiotas como para seguir en la ciudad?
El gobernador declaró que se detuvieron a tres de los asesinos sin aportar más datos ni fotos ni nada de nada, no quiero pensar que se contagió con la visita de Andrés Manuel López Obrador y anda divulgando datos falsos para que no lo regañen o dentro de sus fantasías ya se resolvió el problema.
Hay momentos en los que me pregunto qué es peor si ser corrupto o incapaz, y llego a la conclusión de que ser un idiota es más perjudicial para la vida pública de este país, ya que al corrupto no le conviene que el tejido ‘institucional’ que soporta sus negocios se rompa, y al idiota, en su necedad, no le importa romper con esa institucionalidad aún si no tiene con qué reemplazarla.
En pasados gobiernos, la llegada del presidente servía para que las cosas avanzaran de una manera más eficaz, en estos tiempos solo sirve para seguir escuchando el mismo discurso que durante 18 años ha acompañado a nuestro presidente, mañana, todo seguirá igual o peor en el sur de Veracruz, ¿por qué?, pues porque no hay un plan a seguir.
Por cierto, sigue la estúpida política de llevar acarreados a los eventos presidenciales… qué lástima esta 4T.
