La extraña tradición de meterse a un ataúd estando vivo

0
574

Acompañados de cantos religiosos, seis ataúdes abiertos son transportados en procesión alrededor de la iglesia y el cementerio de Nieves en Galicia. Pero no se va enterrar a nadie, ya que sus ocupantes están vivos.

El desfile de gente viva dentro de féretros se trata de en una de las tradiciones más insólitas en España y tiene el fin de desafiar a la muerte.

Cinco penitentes de esta población de 4 mil habitantes en Galicia, son transportados en ataúdes para agradecer a Santa Marta el haber salvado a un ser querido o para pedirle que lo haga.

Algunos llevan el rostro oculto por un abanico o un sombrero, para protegerse de las cámaras y del calor.

La sexta, María Rodríguez, pasó tres cuartos de hora acostada en un ataúd para agradecer la salvación de su perro con cáncer.

“Fue una cosa espontánea” el haberse unido a la celebración, explica la jubilada de 69 años, que descubrió esta tradición en los medios.

Eso no te lo piensas, eso te sale del alma y del corazón cuando quieres a alguien, explica la señora, residente en Vigo, la principal ciudad de la región.

Modesto Gómez, un restaurador de 70 años que asiste a la procesión desde que era niño, afirma que no hay nada de siniestro en esta fiesta, aún cuando el permanecer en el ataúd puede ser exigente física y mentalmente.

Esto es un culto a la vida. Personas que en momentos difíciles han ofrecido a un sacrificio muy importante, que es meterse en un ataúd, Modesto Gómez, participante

El año próximo, María del Carmen quiere que un ataúd sea portado para agradecer que su marido sobrevivió a una neumonía, y otro para pedir por su nieta que tiene “varios problemas”, confiesa discretamente.

La solemne procesión, que pone punto final a nueve días de fiesta, pasa junto a puestos donde se vende cerveza.

¿Cuál es el origen de la extraña procesión?

Según un libro sobre el desfile editado localmente, la procesión de los ataúdes podría remontarse a las Cruzadas medievales, cuando los nobles en combate habrían descubierto en La Provenza francesa el culto a Santa Marta, que según la tradición cristiana vio resucitar a su hermano Lázaro tras pedir a Jesús. 

Entonces los hombres, a su regreso a Galicia, le habrían agradecido a la santa el haberles salvado la vida, ocupando sus propios ataúdes, felices de usarlos en vida.

Otra explicación, más realista, la propone el sociólogo Carlos Hernández, quien prepara una tesis sobre la procesión: en el pasado, las personas adquirían su ataúd en vida, cuando tenían los medios o un miembro de su familia se encontraba mal de salud.

Y cuando los enfermos sobrevivían, “como tenían el ataúd en casa, lo donaban a la parroquia” para ser usado por los más necesitados. Pero no se sabe en qué momento comenzaron a acostarse en ellos.

Con información de UNO TV Noticias



LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here