La ruptura de una gran amistad llevó a conformar al grupo musical el ego…

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Las Choapas De Mis Ayeres…

Por Alfredo Bandala

La música es mi vida y mi vida es la música. Quien no entienda esto, no es digno de Dios: Wolfgang Amadeus Mozart.

Era un día domingo 4 de mayo de 1946 y nacía un niño choapense que llevaría por Nombre Mario Agustín Valencia Hernández y sería el orgullo de la colonia Campo Nuevo.  Hijo de Don Juan Valencia Castellanos y Lucila Hernández Méndez y a los 60 años de edad, fallece de un infarto fulminante un trágico lunes 16 de Octubre del año 2006.

Cuando fallece Mario Valencia, deja en la orfandad a sus dos hijos, Mara Astrid y a Mario Arcángel quienes en la actualidad cuentan con 49 y 46 años de edad. Ya estaba divorciado de la madre de sus hijos, la Sra. Margarita Guzmán Avalos.

Mario estudió su primaria en la Escuela Articulo 123 “José María Morelos y Pavón” y alcanzó a ingresar a la secundaria Antonio J. Bermúdez donde desertó porque se sinceró con sus padres de que su pasión era ser músico. Las calificaciones de Mario en la Escuela eran de excelencia, pero decidió no seguir estudiando para poder trabajar y dedicarle tiempo a su pasión, la música.

Don Juan, comprende la inquietud musical de su hijo y lo saca de la secundaria para mandarlo como aprendiz al taller de máquinas y herramientas de Pemex. En esos años, el aprendiz no estaba contratado, cumplían un periodo de entrenamiento, se les hacía un examen y si lo pasaban, ya se quedaban y así fue como Mario aprende el oficio de tornero, obtiene sus primeros contratos y logra firmar la planta. Estuvo mucho año en ese departamento hasta que hubo una reestructura y lo cambian a Telecom donde siguió trabajando y logra la jubilación.

El gusto por la música Mario lo trajo desde muy niño y se hace amigo de Rogelio Mendoza, a quien un tío le regaló un par de guitarras usadas, pero en buen estado y es en ellas que empieza a hacer sus pininos musicales. Mario aprendió a tocar la guitarra, el órgano, saxofón y el bajo de manera empírica.

Serenatas que había por los años de 1963-64, aparecían Mario Valencia (armonizaba y cantaba), Gilberto Aguirre (requinto) Y Rogelio Mendoza el gurú gurú (segunda voz) para amenizar la velada.

Cerca de la casa de Mario Valencia en la col. Campo Nuevo vivía Carmelo Flores Ramón y tenían amigos afines de la música como Raúl Rangel, Manolo Oreamundo Carrera y Miguel Ángel Ramírez quienes a iniciativa de Mario forman el primer grupo musical llamado Twin Beat. Ese nombre fue idea original de Carmelo quien hablaba perfectamente el idioma Inglés. El tipo de música que interpretaban eran electrónica y Rock, con lo que los 5 integrantes se apasionaban.

Tuvieron que acudir con un prestamista en la calle Revolución para comprar los instrumentos musicales.

Raúl Rangel era el baterista, Manolo Oreamundo tocaba el órgano, Carmelo Flores tocaba el bajo, Mario Valencia tocaba el requinto y junto con Carmelo, cantaba. Miguel Ramírez acompañaba con los tonos.

Los líderes del quinteto “Twin Beat” eran Mario Valencia y Carmelo Flores, pero un día no se pusieron de acuerdo y Carmelo decide separarse del grupo, recogió unos instrumentos y Mario muy claramente le dice: “Carmelo, si te vas ya no hay regreso” Carmelo le contesta a Mario: “Se te ha subido mucho el ego”. Carmelo sale del grupo Twin Beat, se fractura esa gran amistad entre ellos dos.  Solamente dos años de vida tuvo ese grupo cuyo repertorio era todo en inglés, música electrónica y Rock de la época. En la mente de los integrantes de ese grupo de Rock quedó la expresión de Mario Valencia a la salida de su gran amigo Carmelo de Twin Beat: “Twin Beat ha muerto, Hoy nace el EGO, ¡¡¡y yo soy el EGO!!! Mario sabía de su capacidad y lo que podía lograr con el naciente grupo musical que se llamaría Asociación Musical EGO.

Un 24 de Diciembre de 1968 nace la Asociación Musical EGO, liderados por Mario valencia (+) en el requinto y primera voz; Miguel Ángel Ramírez Romero en el bajo; Profr. Cosme Fernández Avendaño (+) acompañamiento; Manolo Oreamundo (+) en los teclados e Ignacio Soriano en la batería. El representante del grupo era Bethoven Flores, hermano de Carmelo.

Los primeros aparatos en esos años los compraron en la ciudad de México, en la casa musical Berkan y en flete especial se los llevaron hasta Las Choapas, el importe total por ese equipo completo fue de $ 150,000.00 de aquellos años.

A lo largo de más de 40 años de vida del grupo musical EGO, entraron y salieron músicos y recordamos a algunos de ellos: Manolo Oreamundo ( órgano), Miguel Ángel Ramírez Romero (en el bajo), Fredy Vargas ( batería y teclados) , Roberto Maldonado “Beto caribe”( Batería) , Armando García “Tronado” , Eduardo Espinoza” el famoso tiburón”( baterista y timbalero), Alfredo Salvador( vocalista), Manuel de Jesús Domínguez,  Jorge García Magaña  “pecho” ( Bajo y armonía) y Eduardo San Miguel( Bajo y requinto).

En una entrevista que vi en “Tercera Yamada” donde invitaron a un integrante del grupo “El Ego” para hablar de la historia del grupo, con mucha pena escuché que se expresó muy mal de Eduardo Espinoza “El Tiburón”. Dijo que “El Tiburón” no tocaba en el grupo y el recuerdo que tengo es que fue precisamente “El tiburón” uno de los integrantes más conocidos de la agrupación y yo lo vi tocar la batería. Así que hago esta aclaración:  “El Tiburón” sí fue parte fundamental en la agrupación musical “El Ego”.

Independientemente de que Miguel Ángel Ramírez, con fundador del grupo “el ego” nos lo confirmó, la ciudadanía choapense lo veía tocando con el grupo.

Al paso de los años, iban innovando y le agregaron voces femeninas como la de María Luisa, hermana de Mario Valencia, su hija Mara Astrid y Lupita Rodríguez

Ensayaban en la casa de Mario de Martes a Viernes, después de salir de su trabajo en Pemex y como todos los vecinos lo apreciaban, nunca tuvo un solo problema, por el contrario, muchos de sus vecinos combinaban la salida del pan recién horneado de Don Cipriano, para degustarlo con un cafecito a la hora en que eran los ensayos del “Ego” y deleitarse escuchando las interpretaciones de Carlos Santana.

El líder del grupo, Mario Valencia se inspiraba mucho en sus ídolos como Carlos Santana, Erick Clapton, Jimmy Hendrix, Erick Burdon, tanto en su música como en su forma de vestir.

El oído y gran capacidad de Mario por descifrar las notas de las melodías de éxito del momento, las hacía covers y eran parte del gran repertorio musical del grupo EGO, era un grupo musical polifacético, interpretaban todo lo que sonaba en el momento pues querían llegar al gusto de público y poco a poco fueron incluyendo en su repertorio las melodías tropicales que estaban de moda.

Mario Valencia y la Asociación musical Ego dejaron una huella imborrable en la población choapense ya que, durante muchos años, domingo a domingo, de 8 pm a 12 am tocaban en el parque Benito Juárez lo que le daba vida y alegría a cientos de familias que motivados por pasar una noche agradable acudían cada 8 días a ese lugar de esparcimiento.

Cuantos vecinos que vivían alrededor del parque Juárez, esperaban la hora del concierto del grupo musical el Ego para escuchar desde la comodidad de sus casas el gran repertorio que interpretaba durante 4 horas.

Pocas eran las diversiones sanas en Las Choapas en esos años y se hizo tradición en las familias que, saliendo del cine o cinema, pasaran a cenar con doña Carmen en el barrio de Candela y terminaran su domingo familiar escuchando y bailando las interpretaciones del EGO en el parque central. “Ir al parque para bailar con el EGO” fueron los miles de pretextos de cientos de parejas de novios ante sus padres, siendo ese lugar testigo fiel de tanto romanticismo.

Cierro los ojos y mi mente se traslada a aquellos años, a ese lugar y a esas horas de la noche y como recuerdo que muchas parejitas de enamorados previo al inicio de la tocada del “Ego” en el parque central en día domingo por la noche, daban y daban vueltas caminando alrededor del parque, algunos con la bolsa de palomitas que habían comprado al Sr. Gilberto, papá de mis amigos Fredy el Caguamo (+), Betito y Pancho Palomas frente al parque. Otras parejas iban con su algodón de azúcar. En el momento en que se escuchaban el inicio de la melodía “samba pa ti” de Carlos Santana, como abejas al panal, la concurrencia se iba debajo del estrado para poder disfrutar ese concierto único. Algunos, se ponían a bailar y muchos otros solo a ver y oír al ídolo de campo nuevo cantar.

Cuando el EGO interpretaba las melodías de Carlos Santana, era un silencio absoluto en todo el parque para admirar la forma tan profesional y con todo el sentimiento metido en las cuerdas de la guitarra para interpretar varias melodías del ídolo de Autlán, Jalisco como: “Samba pa ‘ ti”, “Mujer de magia negra”, “ Oye cómo va”, “Europa”.  Nadie como Mario Valencia en Las Choapas para emular en la guitarra a Santana. Además, no podían faltar “pecado mortal y enamorado perdido” de los Bárbaros.

En un concierto de Carlos Santana en la ciudad de Puebla, en una pausa, alguien de voz aguardientosa gritó: “Éste cuate se sabe todas las de Mario Valencia y el EGO, además, las tocas igualitas” … comentan las malas lenguas que era la mismísima voz de “chilo puñales”.

Claramente tengo la imagen de lo arregladitos que llegaban las familias provenientes de las rancherías para bailar al son de la música del EGO. Durante los años que tocaron domingo a domingo, ese parque tuvo vida. Una vez que las nuevas administraciones municipales les cancelaron esa sana diversión a las familias de nuestra ciudad, esos domingos familiares del parque central, jamás volvieron a ser iguales.

Los festejos del día del niño en la Escuela Artículo 123 era el día más esperado para la niñez choapense pues amenizaba Mario Valencia y el grupo “Ego”. Los niños de 4to, 5to y 6to grado éramos quienes más disfrutábamos ese festejo por ser los mayores. Tengo la plena seguridad que quienes en este momento lean esta crónica, regresarán imaginariamente a esos momentos y disfrutarán de todos esos gratos recuerdos.

La fama de esta agrupación subió como la espuma y tenían demasiados contratos en fiestas particulares y Lenin Ocharan, quien era el promotor de eventos, los contrataba para que alternaran en los bailes con grupos como los Kasino de Chucho Pinto, Los Socios del Ritmo, los Joao, los babys, la Tropa loca, la orquesta de Mariano Mercerón, Juan Torres, entre otras.

En la época del boom petrolero de Las Choapas, se inaugura el bar el Dorado, arriba del Hotel 18 de Marzo y era el EGO el exclusivo para acompañar a los artistas de renombre que llegaban a actuar a ese centro nocturno.

Detrás de ese semblante rockero, de un aspecto serio había un gran hombre que le gustaba contar chistes, ocurrencias  y tenía una forma ligera y divertida de ver la vida pero tenía su lado serio y nuestro amigo Mario Lara Mayo quien fue su compañero de trabajo por muchos años en Telecom, nos relata que un día los reunió el Ing. Guillermo Hernández Saavedra, jefe del Departamento, para hacerles una fuerte llamada de atención y Mario lo interpeló…”Ingeniero, estoy consciente que le caigo en los huevos, pero si supiera como me cae usted a mí, hijo de su rechingada madre”… “No se vale, no se vale” contestó el Ing. Hernández Saavedra y ahí se acabó la reunión.

Eran llamados a tocar cada semana santa al salón ensueño del trópico de Santana, Tab. También los contrataban en Agua Dulce, Cuichapa, Coatzacoalcos, Cd Cardel, Cárdenas, La Venta.

Los grupos musicales de la época que le competían era “Federico y sus sagitarios”, “Grupo Bahía” “Chabeto y su cebollita de cristal” y “Conjunto Caribe”.

El ambiente que imperaba entre los miembros de la organización musical EGO era excelente, de franca camaradería, una amistad que duró por siempre.

A la muerte de Mario Valencia, muere el líder y muere en definitiva el grupo musical. Ni siquiera vieron la posibilidad de que el grupo siguiera sin él. Eventualmente se reunían a tocar por afición y recordar al gran líder, al gran amigo.

Unos 4 años antes de su muerte, Mario Valencia anduvo tocando en el grupo de Rock que formó su hijo Mario Jr con un grupo de amigos. Le aprendieron mucho al maestro.

Muchas fueron las anécdotas que se vivieron durante 4 décadas los integrantes de Asociación Musical EGO:

En una ocasión, tocando en el cumpleaños de Don Sergio Martínez Mendoza, Secretario General del S.T.P.R.M., en su finca “El jagüey” en Minatitlán, de repente se vieron sorprendidos alternando con los Hermanos Castro.

En una ocasión se celebraría una boda en Agua Dulce y habían contratado a un grupo musical del Istmo de Tehuantepec, pero de repente (a mediodía) les avisan que no se presentarían y el evento era a las 6 pm. El padre de la novia tenía amistad con Onésimo Escobar Gómez y le habló con urgencia para que lo auxiliara. el líder sindical de la sección 26 de inmediato localizó a Mario y éste a su vez se puso a buscar a los integrantes del grupo.  A pechito lo encontró jugando futbol en la cancha de los manguitos. Llegaron a tiempo y la gente estuvo feliz con la presencia del EGO.

En otra ocasión fueron a tocar a La Venta y alternaron con los Kaiser de Agua Dulce, grupo formado por puros istmeños. Cuando Fabián, el saxofonista del EGO se acerca a platicar con ellos y les pregunta: ¿ustedes son líricos? Uno de ellos le contestó: No, nosotros somos tecos.

En una semana santa, en el salón ensueño del Trópico de Santana, para sorpresa de los integrantes del EGO, alternarían con Chico Ché y la crisis. Tal fue el éxito esa noche de la agrupación musical choapense que el público asistente se les rindió. Al Final de la velada, Chico Ché le dijo a Mario: “EGO, tocas excelente. Ahora, intenta hacer tus propias canciones y te harás millonario”.

Nunca grabaron un disco, Mario no fue compositor, su mayor afición era el gusto por la interpretación. Con tan sólo escuchar una o dos veces una melodía, se la aprendía y la interpretaba a su estilo. Siempre fue la primera voz del EGO.

El día Lunes 16 de octubre del año 2006 que estaban velando a Mario, llegó elegantemente vestido con traje y corbata, Carmelo Flores. Juntos vivieron muchas anécdotas hasta aquel momento en que se fracturó esa gran amistad.     No pudo contener el llanto por la pérdida de su amigo, de su líder, de su confidente y en son de guasa le preguntaban que por qué lloraba tanto, a lo que les contestó:” lloro porque lo quise y no se murió cualquier pendejo”.

La ley de la vida de nacer, crecer y morir es lo único seguro que los seres humanos tenemos y es lamentable cuando alguien como Mario tengan que adelantarse en el camino, quien con un grupo de músicos talentosos hizo bailar, reír, llorar y gozar a miles de choapenses en cada uno de los bailes.

Vaya hasta el cielo mi estimado Mario Valencia mi respeto, admiración y agradecimiento por haberme hecho bailar en el parque cuando tendría yo unos 10 años de edad, me declaro un fan tuyo.

RESPETUOSAMENTE

JOSE ALFREDO BANDALA ALMEIDA

HAGÁMOS QUE MÁS CHOAPENSES CONOZCAN UNA PARTE DE LA HISTORIA DE NUESTRA CIUDAD COMPARTIENDO ESTA PUBLICACIÓN!!!

Agradezco infinitamente el apoyo de la familia de Mario Valencia, a Jorge García (pecho), Ignacio Soriano, Mario Velázquez, Agustín Santos Castelán y Miguel Ángel Ramírez Romero por toda la información que me proporcionaron para la realización de este homenaje a Mario Valencia y a la Asociación Musical EGO.

Agradezco también a mi amigo Víctor Dantori por haber sido el contacto entre un servidor y la familia Valencia.

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