Por El Bicho Politikón
México está dividido en tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial.
Lo más común es hablar de la corrupción que hay en el ejecutivo, es decir el gobierno, y también en el legislativo, léase diputados y senadores… cuando se trata del poder judicial lo asociamos como parte del gobierno, pero es un poder independiente, claro, no menos corrupto.
En días recientes, decisiones de jueces federales han estado en boca de todos y causando la furia de la vox populi… y creo que con mucha razón.
Pues resulta que esos jueces han puesto prácticamente con un pie en la calle al ex gobernador más corrupto que ha tenido Veracruz, también le otorgó una suspensión definitiva contra cualquier orden de detención al líder sindical más corrupto, Carlos Romero Deschamps y no contentos con eso, a la mamá del ex director de Pemex, también le otorgaron una suspensión contra la orden de aprehensión.
Históricamente el poder judicial ha servido al mejor postor, siempre quien tiene los medios para pagar consigue fallos favorables o condenas de risa, a menos que sean encontrados ‘culpables’ por consigna, los corruptos con dinero pueden evitar la cárcel y gozar de los millones de pesos que se robaron de las arcas gubernamentales.
Con esas decisiones es difícil no coincidir con Andrés y sus amenazas de balconear a los jueces corruptos, aunque lo mejor sería que los pusiera tras las rejas, aunque la popularidad del presidente sigue siendo muy buena un golpe contra los corruptos lo pondría en los cuernos de la luna.
Quizá está dosificando sus cartas, pero siento que va lento en ese aspecto.
Ojalá que los señalamientos vayan más allá del discurso y que la aplicación de la ley le caiga a los corruptos jueces, pero también a los que ahora rodean al mismo presidente, espero que ya haya empezado a barrer la casa.
Pues eso.
