La tuberculosis sigue siendo un grave problema de salud pública en México

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38 mil casos registrados en 2023 según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Alberto Colorado, director ejecutivo de la Coalición TB de las Américas, advirtió que la enfermedad avanza “de manera rampante”, afectando principalmente a poblaciones vulnerables como indígenas, migrantes, personas en situación de calle y aquellos con comorbilidades como diabetes o VIH. “Estamos frente a una crisis silenciosa”, declaró en el marco del Día Mundial de la Tuberculosis.

Los datos oficiales revelan una distribución desigual: el 63% de los casos se diagnostican en hombres, mientras que el 76% ocurre en personas de 20 a 64 años. Aunque la tuberculosis pediátrica representa solo el 9% del total (2,400 casos en 2023), su detección suele ser más complicada. Las cifras de mortalidad son alarmantes2,671 muertes en 2023, con tasas especialmente altas en 11 estados del norte y en el sur, donde Tabasco, Veracruz, Chiapas, Quintana Roo y Oaxaca presentan los peores indicadores.

El diagnóstico tardío y la falta de acceso a técnicas moleculares agravan el problema. Colorado señaló que muchos pacientes llegan a los servicios de salud con la enfermedad avanzada, lo que reduce sus posibilidades de recuperación. “Faltan laboratorios equipados, personal capacitado y presupuesto”, denunció, subrayando que México sigue rezagado en la implementación de tecnologías modernas para detectar la tuberculosis de forma temprana.

Oaxaca es un caso emblemático: en el primer trimestre de 2025 ya se reportaron 105 casos, concentrados en Valles Centrales y la Cuenca del Papaloapan. Colorado destacó la urgencia de atender municipios prioritarios como el Istmo, Tuxtepec y la Costa, donde la tuberculosis se combina con altas tasas de diabetes y VIH“Sin una política de protección social, la situación no mejorará”, advirtió.

La tuberculosis es la enfermedad infecciosa más letal del mundo, y México no escapa a esta realidad. A pesar de los avances en tratamientos, el acceso desigual a los servicios de salud y las condiciones de pobreza favorecen su propagación. Las comunidades indígenas y los migrantes son los más afectados, muchas veces sin diagnóstico oportuno ni seguimiento adecuado.

Las comorbilidades complican el panorama: pacientes con diabetes o VIH tienen mayor riesgo de desarrollar tuberculosis resistente a los medicamentos. “Necesitamos estrategias integrales”, insistió Colorado, haciendo un llamado a fortalecer la detección de contactos y a mejorar la cobertura de tratamiento en zonas rurales y marginadas.

A nivel nacional, la respuesta sigue siendo insuficiente. Mientras que la Secretaría de Salud reporta 28,936 casos, la OMS estima que la cifra real supera los 38 mil, lo que sugiere un subregistro preocupante“Muchos casos no se diagnostican”, lamentó Colorado, señalando que la falta de recursos y la desarticulación entre instituciones impiden una atención efectiva.

El Día Mundial de la Tuberculosis debería ser un llamado a la acción, pero en México el problema persiste. Expertos urgen a invertir en infraestructura, capacitar al personal médico y garantizar tratamientos gratuitos para los grupos más vulnerables. “Sin un esfuerzo multisectorial, seguiremos viendo muertes evitables”, concluyó Colorado, exigiendo políticas públicas más robustas contra esta enfermedad que sigue cobrando vidas.