Juan Manuel Jiménez García.
NOCHIXTLÁN.
Que paso en Nochixtlán?…la verdad no lo sabemos y por más que hemos buscado una explicación lógica sobre la represión en esa parte de Oaxaca no la encontramos, no hay motivos para justificar el actual de las fuerzas federales, no se comprenden como alguien tenga el poder para ordenar una acción como la que sucedió en Nochixtlán.
Desde luego que duele que sea Oaxaca el escenario de esta barbarie, sobre todo porque a través de la historia ha sido un estado que la revolución no le ha hecho justicia, en Oaxaca hay hambre, hay necesidad, miles de sus habitantes todavía no saben leer ni escribir y qué decir de los servicios básicos que son nulos sobre todo en las comunidades indígenas.
En este estado a pesar que se ha avanzado en la democracia sigue gobernando el PRI, partido que no ha procurado llevar bienestar a los oaxaqueños y que sirve como patio trasero del gobierno federal, en Oaxaca se han hecho experimentos electorales para luego aplicarlos en otras entidades, es decir se juega con la promesa para sacar una ventaja política, se usa a los pobres para crear estrategias de cómo ganar el voto.
Por eso pensaban los federales que era pan comido todos los protestantes que se dieron cita a la entrada de este poblado, que una vez mas no habría problemas para desalojarlos como había ocurrido en otras ocasiones en varias partes del estado, Chong, Nuño, Cue y el propio Peña Nieto estaban tranquilos y pensaban que sería un día como otros.
De pronto las primeras fotografías de los enfrentamientos empezaban a circular por las redes sociales y ahí en ese momento nos dimos cuenta que no era un desalojo normal, que el asunto se había salido de control y que solo era cuestión de minutos para conocer la primera víctima, cosa que después se dio a conocer.
Pero quien ordenó usar la fuerza desmedida en contra de los pobladores de Nochixtlán, sobre todo porque en el lugar se encontraban mujeres y niños, porque las armas de fuego, porque los disparos porque los infiltrados, porque la crueldad de los elementos federales, alguien tuvo que ordenar que no pararan…Pero quién?…
El primer responsable es el presidente de la republica Enrique peña Nieto, y aunque lo niegue se sabe que tenía conocimiento minuto a minuto de los que estaba sucediendo en Oaxaca, de la resistencia de los habitantes que con palos y piedras se protegían de la avanzada de la policía federal.
Imágenes que ya habían invadido todos los portales de noticias no solo nacionales sino internacionales daban cuenta de uno de los episodios más triste en la historia reciente de nuestro país, las cifras hablaban de varios muertos y heridos pero nadie todavía ordenaba la retirada de las fuerzas policiacas.
Ya era noticia en todo el mundo y las duras imágenes empezaron a que países enteros mostraran su rechazo al gobierno mexicano por estos hechos, el daño ya estaba hecho y gracias a las redes sociales miles de personas fueron testigos de esta represión casi enfermiza del gobierno mexicano en contra de civiles oaxaqueños.
La orden de parar la represión llegó demasiado tarde por parte del gobierno federal pero todavía tuvieron que pasar horas para que hicieran un pronunciamiento, y como es costumbre los funcionarios trataron de justificar la fuerza excesiva con las que sus elementos actuaron, mentiras y más mentiras.
Lo de Nochixtlán es un asunto que marcara la historia de nuestro país y para muestra un botón que a raíz de los acontecimientos en Oaxaca, muchos estados se sumaron a estas manifestaciones para condenar estos hechos, de la protesta hacia la reforma educativa se fue a otro nivel para los ciudadanos que llevaron sus voces para hacer un llamado a las autoridades para castigar a los culpables de lo acontecido el día 18 de junio.
Conociendo al pueblo oaxaqueño esto no va a terminar aquí, en los próximos días o quizás meses el estado se convulsionará debido a las protestas ya no solo de los maestros sino de la población civil que una vez más demandará la salida de su presidente de la nación y sino al tiempo.
En el ámbito local se efectuó una marcha en solidaridad con los maestros de Oaxaca que sufrieron la represión por parte del Movimiento Magisterial Popular Veracruzano, esperamos más acciones de este grupo para demostrar el apoyo y no solo quede en intenciones como ha sucedido en otras ocasiones.
Y como había de esperarse ninguna declaración de alguna autoridad condenando los hechos, quizás no lo hacen por miedo o por que la orden desde arriba es quedarse callado, pero como le ayudaría a algunos políticos locales sumarse al rechazo por la represión en Oaxaca, digo porque no todo es organizar carnavales o entregar despensas.
Para terminar con este tema mencionar que la impotencia queda en la mayoría de los ciudadanos que piensan que la fuerza desmedida con la que se actuó en Nochixtlán tienen un trasfondo político económico, y que el mensaje que quiere dar el gobierno federal es que las reformas van, no importa si en el camino se pierden vidas humanas como sucedió en Oaxaca.
