Veracruz, Ver., 02 de septiembre de 2014
“Los títeres son un arte confluyente, que tiene de todas las técnicas que hay, está integrado de tantas posibilidades: un títere es un personaje con el que puedes interactuar; hay virtuales y algunos están dando conciertos con voces sintéticas, destacó Jorge Vega, integrante de Ars Vita, agrupación titiritera del estado de Hidalgo que participa en el Segundo Festival de Títeres Sergio Peregrina Corona.
El títere se va renovando, dijo, nació en la caverna y ha ido evolucionando a la par, pasó al cine. Hoy todas las tecnologías emergentes están usándolos, virtuales, en Internet, la televisión; está en la calle y en todos lados.
Este día fue inaugurada la exposición interactiva de esta agrupación hidalguense, en coordinación con el Museo del Rehilete, la cual pretende acercarnos a un mundo que a lo largo del tiempo ha sido cuidadosamente protegido por quienes han conjugado sus saberes, oficios y recursos para crear y dar vida a estos peculiares personajes: El teatrino y los títeres.
Creadores, ingenieros, artistas, constructores, orfebres, artesanos y educadores, entre otras, han tenido en común una gran curiosidad y ganas de investigar. La muestra es el resultado de 20 años de investigación.
Conviene saber que para construir un títere es necesario, entre otras cosas, dibujar, observar, construir e interactuar; así como llevar a cabo una gran búsqueda de información, para que la idea que se tiene del personaje se integre lo mejor posible en un buen planteamiento, tanto artístico como mecánico.
La gama es inmensa y de acuerdo con su manipulación o animación, los hay de mano: como el dedal, guante o guiñol, bocones; hay de varilla como el de cámara negra, marotte, de barra o peleles, de sombras o los que se da movimiento con todo el cuerpo, como son el Fantoche o Humanette, jinete y el Bunraku, de origen japonés.
Los mecanismos se imaginan, dibujan, construyen y prueban una y otra vez para que cada uno ayude a reproducir en forma parcial o total el movimiento de un ser real o fantástico, seguido de un trabajo delicado para sincronizar el diseño técnico con su concepto artístico, a este proceso le siguen muchas horas de práctica, para que un día esta creación tome vida y nos cuente sus historias.
Así, a lo largo de la historia, los seres humanos han tenido la necesidad de reproducir elementos similares al cuerpo humano, encontramos diversas figuras y muñecos hechos de marfil, piel, madera, oro, plata, barro, fibras y paja, entre otros. Existe una gran variedad de títeres, desde los más antiguos y tradicionales hasta los modernos, creados por la tecnología.
Algunos de estos cuentan con ingeniosos mecanismos, modernas piezas electrónicas manipuladas por computadora control remoto, incluso se puede decir que los robots son los tataranietos de los títeres, ya que por su forma podemos decir que hay planos y tridimensionales.
“No todos los títeres son arte escénico, por ejemplo las mojigangas son para bailar, las botargas son habitables o de jinete, su pretensión no es escénica; de igual forma podemos ir a un mercado y comprar un títere de hilo como un juguete, pertenecen a las artes populares”, expresó Jorge Vega.
Durante la inauguración se dio la bienvenida a un nuevo titiritero, Alexis de Jesús Fernández, estudiante de preparatoria y modelo, quien, a invitación del Grupo Dragón Rojo, se integra a este evento. Alexis quiere dominar el arte para utilizarla en el trabajo con niños especiales y ofrecerles así una posibilidad de recreación.
