Los restos de la Mamut que vivió hace 39 mil años, hallados hace tres años en el hielo de Siberia, viajaron hasta Japón para ser expuestos en Yokohama, suburbio de Tokio, hasta septiembre.
La hembra que murió cuando tenía aproximadamente diez años fue nombrada Yuka por sus descubridores. En un principio se dijo que el animal fue perseguido por uno o más leones, u otros depredadores, por los rasguños profundos y sin cicatrizar que se encuentran en la piel y las marcas de mordeduras en la cola. El ejemplar permanecerá dentro de la sala de exposiciones, es la primera vez que el público en general va a poder observar un mamut con este alto grado de conservación.
