Agua Dulce, Ver, Los ojos llenos de lagrimas, la mirada perdida, sentado en una silla de plástico, Mauricio un niño de 12 años, nunca imaginó la tragedia que viviría al subir a una lancha en el estado de Tabasco con dirección a Tonalá, donde el mar le arrebató a su madre.
Orlo Mauricio Galdamez Espinosa, salió de Honduras el fin de semana pasado, junto con su madre Yadira Espinosa López, con el sueño de llegar a los Estados Unidos y poder encontrarse con su padre que lleva varios en ese país.
Iban con sus mochilas llenas de ropa, cargado de ilusiones, sueños y esperanzas de una mejor calidad de vida.
Sin embargo todo en un instante desapareció, cuando la embarcación en la que viajaba con su madre se volcó en el mar y cayeron al agua.
Mauricio fue ayudado por un joven para que se mantuviera a flote y de esa manera pudo llegar a la orilla de mar en la congregación de Tonalá.
“No pudieron sacar a mi mamá, ya la habían tomado de la mano pero las olas nos separaron y ya no la vi más” relata el pequeño con gran tristeza.
Su situación ha cambiado drásticamente para Mauricio que se encuentra en un país que no es el suyo, con el corazón roto, miedo e impotencia por no poder hacer nada por su mamá.
Junto con los 3 Hondureños que lograron salvar su vida, solo esperan y dejan pasar el tiempo, su sueño ha sido truncado, ahora solo tiene la esperanza de poder reencontrarse con su padre el cual apenas conocería.
