La mandataria respondió a lo dicho por el presidente electo, de que México podría ser el estado 51 de EE.UU.
En una contundente respuesta diplomática, la presidenta Claudia Sheinbaum dejó claro este lunes que México no será un territorio anexable por Estados Unidos, respondiendo directamente a los dichos de Donald Trump sobre convertir al país en el estado número 51 de la Unión Americana. Con firmeza y seguridad, la mandataria enfatizó que México es un país “libre, soberano e independiente”, rechazando de plano cualquier intento de desconocer su autonomía nacional.
La declaración presidencial surge después de que Trump sugiriera la posibilidad de anexar México y Canadá, argumentando que su gobierno destina importantes recursos en subsidios a estos países. Sheinbaum aprovechó para aclarar que el subsidio mencionado por el político republicano está directamente relacionado con el incremento de exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos, las cuales actualmente superan significativamente las importaciones.
La presidenta dio un giro importante en la comunicación con el próximo mandatario estadounidense, anunciando que los diálogos ya no se realizarán a través de los medios de comunicación. En su lugar, serán los equipos de trabajo quienes mantendrán una coordinación más directa y profesional, especialmente considerando que varios nombramientos en el gobierno de Trump aún requieren ser ratificados por el Senado estadounidense.
En un mensaje que refleja tanto diplomacia como firmeza, Sheinbaum dejó claro que cualquier reunión futura dependerá de la ratificación de los equipos de trabajo, estableciendo un protocolo formal para el futuro diálogo bilateral. Su postura representa un equilibrio entre el respeto institucional y la defensa de la soberanía nacional.
La respuesta de Sheinbaum no solo aborda la propuesta de anexión, sino que también reafirma la importancia de las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos, destacando el papel fundamental que juega nuestro país en el intercambio económico regional. Su mensaje envía una señal clara de que México seguirá siendo un socio comercial estratégico, pero manteniendo su independencia y dignidad como nación.