Por El Bicho Politikón
Durante las últimas tres semanas se les venía repitiendo hasta el cansancio: no al huachicol, el ilegal, es un delito… al mexicano le importa un cacahuate, si puede sacar ventaja… lo hace; lo mismo da que sea un camión de tomates, de reses, de pollos o gasolina, las escenas son repetitivas: cientos de personas cargando con todo, llevándose lo que no es suyo.
Y no señor presidente, no es la miseria o la pobreza material lo que lleva a la gente a ‘robar’, porque lo mismo se ve gente a pie que gente en camionetas del año… esto es más un tema de valores: en los últimos años, la corrupción rampante ha permeado a todos los rincones sociales y al no haber consecuencias parece fácil delinquir.
Pues la explosión del ducto de Pemex que era ‘exprimido’ por la población entra en esa lógica del robo inescrupuloso (aun cuando eran advertidos del peligro que corrían).
85 muertos y contando. Un número similar de heridos. Un pueblo devastado y con un cinismo impresionante… ¡piden indemnización por robar! Cuando lo que debería preocuparles es no caer presos o por lo menos arrepentidos de caer en una práctica ilegal que los llevó a la desgracia.
Ya sé que muchos comentarán sobre la insensibilidad de este Bicho, pero las cosas como son: entre los riesgos de delinquir está el perder la vida, todo delincuente lo sabe; y aquí otra reflexión: ni siquiera se ven asimismos como delincuentes… usos y costumbres dirán.
Y pensarán ustedes ante lo anterior inhibirá futuras actividades delincuenciales, pues le tengo noticias… en cuanto abran la llave, tendremos a cientos de personas pegadas a los ductos… robando hidrocarburos, al fin y al cabo la culpa siempre es de los otros.
Esta es la otra cara de la tragedia del huachicol, en esta ocasión en imágenes dantescas, de piras humanas, de cuerpos calcinados, de hogares destruidos…
Pues eso.
