”Ni perdono ni olvido” Vivir… para odiar

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El odio pudre el almaMalecón del Paseo

Luis Velázquez

Veracruz, 05 de diciembre de 2016.- EMBARCADERO: Un ser humano que “ni perdona ni olvida” está condenado al rencor y al odio…

Y sin caer en una escritura moralista, el viejo del pueblo diría que el corazón y unas neuronas que nunca perdonan y odian exponen a que el alma se les pudra… Cada día, la persona se levanta para seguir vengándose de quienes se la hicieron… Y con frecuencia, el rencor alcanza a los hijos de la persona odiada… Morris West, en su novela “El arlequín” describe la lucha entre dos empresarios… Las partes empiezan por asesinar a los familiares y luego uno y otro terminan en un duelo y los dos se matan, y un tercero en discordia se queda con el mercado, campeón, sin arriesgar la vida ni exponer un solo centavo… Y es que de entrada está canijo levantarse en cada nuevo amanecer, incluso, padecer insomnio y quedar atrapado en el rencor buscando nuevos operativos para vengarse… Y más, cuando de por medio tienes poder político, poder social, poder económico, poder policiaco, poder legislativo, poder judicial y hasta poder mediático… Desde luego, una cosita es que el político se apegue a la ley para proceder en contra de quienes en el ejercicio del poder incurrieron en los delitos de lavado de dinero, delincuencia organizada, enriquecimiento ilícito y peculado, pues se trata de un hecho de elemental justicia, y otra, diferente, vivir para odiar… Y más, y como en el caso de Veracruz, cuando se ha odiado durante más de un par de décadas… Según el sicólogo alemán, Víctor Frankl, hay quienes viven por una causa social, digamos, y sin entrar en polémica, el subcomandante Marcos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional… Otros, viven para una causa familiar, donde la familia es el principio y el fin… Y otros más, viven para enriquecerse a costa de lo que sea y como sea… También se vive para odiar, porque nunca se perdona ni tampoco jamás se olvida…

ROMPEOLAS: En su libro “Los doce Césares”, Suetonio describe la historia de cada emperador romano… En su libro “Tiberio, historia de un resentimiento”, Gregorio Marañón cuenta la historia de Tiberio, tal cual… Y en cada caso la lucha absoluta por el poder, partiendo de un eje universal: entre más poder político tiene un hombre público, más poder desea coleccionar cada día… En unos casos, se vengan de quienes se las deben… Pero por regla general, miran para adelante hasta alcanzar el poder absoluto, a tal grado que de pronto se creen dioses… Mejor dicho, el dios sobrenatural, creador de la vida, dice el relato bíblico… Habría de recordar, por ejemplo, que Andrés Manuel López Obrador, el fundador de Morena y puntero en las encuestas presidenciables, vive para odiar a lo que ha denominado “La mafia en el poder”… Nunca, sin embargo, procedió en contra de ellos cuando fue Jefe de Gobierno en la Ciudad de México… Quizá apenas estaba por comenzar la enconada en su contra cuando se lanzara por la candidatura presidencial y que en su lógica todavía se mantiene porque buscará Los Pinos en el año 2018… Su discurso incendiario se parece al lenguaje de la yunicidad… “No olvido, no perdono”… Y aun cuando se advierte que por ningún concepto habrá amnistía “para sancionar y recuperar lo ilícitamente sustraído” en el sexenio anterior de Veracruz, en la percepción ciudadana está la certeza de que el odio a su par de antecesores mueve sus días y noches… Así, incluso, se haya contradicho al tomar posesión como jefe del Poder Ejecutivo, omitiendo el anuncio cacareado de que “cimbraría” a México con información excepcional…

ASTILLEROS: Dos arzobispos (Hipólito Reyes y Sergio Obeso) flanquearon al góber azul en el Palacio Legislativo… El par de ministros de Dios viven y predican el amor… En el secreto de la confesión escuchan los pecados y perdonan y olvidan… El Papa Francisco dijo a todos que nadie era para juzgar a los homosexuales… El sacerdote José Alejandro Solalinde Guerra, director del albergue de migrantes, “Los hermanos en el camino”, pidió el perdón para los Zetas… En la misa, el cura dice: “Tus pecados han sido perdonados. Podéis ir en paz”… Patricio Chirinos Calero encarceló a Dante Delgado, Porfirio Serrano y Gerardo Poo acatando órdenes del presidente Ernesto Zedillo… Agustín Acosta Lagunes envió a prisión a José Luis Lobato Campos, QEPD, director del Instituto de Pensiones con Rafael Hernández Ochoa… José López Portillo encarceló a siete secretarios del gabinete legal y ampliado de Luis Echeverría, entre ellos, a Eugenio Méndez Docurro, de la SCT, y Félix Barra García, de la Reforma Agraria, originarios de Veracruz… Habría de revisar la historia para determinar si todos ellos pisaron la cárcel en un acto básico de justicia por delitos penales en el ejercicio del poder o si, por el contrario, se atravesó el odio y el rencor… Y es que si ahora en Veracruz se dice que “ni perdono ni olvido” pareciera, ajá, el acto justiciero del nuevo rey, el mesías que llegó, el político impoluto que en nombre de sus dioses griegos dejará caer la guillotina por los desvíos y excesos… Pero al mismo tiempo, aprovechar el viaje para satisfacer la venganza personal y que llega hasta el consulado de Barcelona…

 

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