Le comentaba apenas hace unos días que nos habíamos acostumbrado a los hechos de violencia, a los robos, a los secuestros, etc. Tiene que ocurrir una tragedia del tamaño de los policías de Las Choapas para que se prendan las alarmas, se movilicen las corporaciones, se coordinen esfuerzos y más; lo que va a durar una semana y, sí hay suerte, presentarán a algún detenido, porque los ‘resultados’ se dan en base a la suerte, no al trabajo de investigación.
Me apena mucho por los policías asesinados y, desde aquí, mis condolencias a los deudos, me enfurece la falta de gobernabilidad. La omisión por parte de los gobiernos estatales y municipales para la profesionalización de sus cuerpos policiacos ha sido criminal, llevan más de diez años con el proyecto, diez años de no hacer la tarea, diez años que la violencia ha superado con creces la actuación de la autoridad.
Tenemos gobiernos más preocupados por engordar sus bolsillos que en brindar seguridad, más ocupados en heredar el poder a sus familias que en hacer sus tareas. A nosotros, el pueblo, nos puede llevar el tren de la ignorancia, de la pobreza, del olvido, al fin que sólo nos voltean a ver para pedir (o comprar) nuestro voto y nosotros, el pueblo, carente de sabiduría, lo cambiamos por una despensa y nos amolamos por años; y ahí estamos en ese círculo vicioso hasta que sucede alguna tragedia y como que nos desperezamos un poco, pero después de un rato, nos volvemos a acomodar y no pasa nada.
Oiga usted, no se alarme si mañana o pasado lo levantan a usted o a mí, como dice la canción de Julio Iglesias “…la vida sigue igual…”.
pd: ¿Por qué no existe una app para incomodar conciencias?
Contacto: [email protected]
