¿OIGA USTED… CRISIS!

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Por El Bicho Politicón

Hay ocasiones en las que a uno le da por dedicarse a actividades poco redituables económicamente pero uno sigue aferrándose a esa línea romántica de la vida en la que nos repetimos continuamente que no todo es dinero y que la felicidad no está escondida detrás de una camioneta de lujo o de una chequera.

Pero seamos realistas, no se puede vivir de sueños, de fantasías, de locuras… a menos que esas locuras, fantasías o sueños los podamos plasmar de tal manera que tengan un público lo suficientemente grande para ser redituable, digamos en forma de una novela, un poema, una canción, vaya hasta en un slogan publicitario estilo ‘just do it’.

De lo contrario es inevitable caer en lo que se llama comúnmente como una crisis: Situación grave y decisiva que pone en peligro el desarrollo de un asunto o un proceso o situación difícil de una persona o una cosa.

Pero qué importa la crisis si uno hace lo que le gusta. Crisis y felicidad conviviendo de manera pacífica, hay ocasiones en que la crisis quiere opacar a la felicidad pero en cuanto empiezan a fluir las líneas todo queda olvidado y da hasta para escribirle a la crisis con mucho cariño.

Ejemplos de inmortales que antepusieron su felicidad al dinero sobran pero vaya un homenaje a los siguientes que son una inspiración suprema de fidelidad a sí mismos: Mozart, el genio de la música murió sin un centavo pero nos dejó 626 obras mágicas; Vincent van Gogh, el reconocimiento le llegó una vez que murió, en vida solo logró vender un cuadro.

Edaga Allan Poe, el genio del terror, falleció igualmente sin fortuna y por el abuso del alcohol al igual que Oscar Wilde, éste corrió con mejor suerte, tuvo fortuna que malgastó en juergas, mujeres y alcohol.

Claro que estoy poniendo ejemplos de grandísimos personajes, pero en tiempos de crisis los sueños, fantasías y locuras se me dan con mayor facilidad…

Pues eso.

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