Por Gustavo Martínez Contreras
Las protestas por el gasolinazo ha traído una serie de llamados a “derrocar” a Peña, por mucho que me gustara que eso sucediera, no va a pasar, en primer lugar, porque veo el caos en los que se pierden los “golpistas” que el remedio que proponen es peor que la enfermedad y, en segundo lugar, no me imagino a quién quieran poner en su lugar, no porque Peña sea una maravilla de estadista, sino porque no veo a alguien que vea más allá de su nariz o de sus intereses particulares.
Por mucho que las instituciones de éste país no funcionen, son las únicas que garantizan el cambio pacífico, quisiera ver a todos esos que se movilizan ir a votar por otra opción, los quisiera ver en las mesas de debates exponiendo sus argumentos, porque a sombrerazos sólo vamos a alborotar al avispero y a nadie nos conviene salir raspados.
Empecemos a construir los cimientos de la nueva sociedad, vamos a preparar los cuadros que van a reemplazar al viejo sistema, para ser alternativa nos falta preparación o ¿piensan que con los saqueadores de tiendas vamos a formar un nuevo gobierno? Juntémonos, discutamos qué queremos como sociedad, hacía dónde vamos a caminar.
Unas voces piden a Carlos Slim y otras a López Obrador, de ese tamaño está la división de los que quieren un cambio apresurado, entre más analizo las propuestas no doy con bola de qué es lo que se quiere aunque respeto su derecho al caos y a su eterna propensión a la protesta estéril.
Oiga usted, por lo pronto vamos a la siguiente marcha contra la mafia del poder y nos vemos en la próxima entrega.
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