Villa Cuichapa, Mol., Ver.
GMC
Cuando salieron los resultados de la cuenta 2017 por parte del ORFIS, muchos nos asombramos porque a juicio del órgano fiscalizador las cuentas estaban claras en Moloacán y en el Estado (irregularidades de poco más de medio millón en Moloacán y casi 400 millones en el Estado).
La nota que nos ocupa el día de hoy es sobre que acusan al ORFIS de ser cómplice al avalar la corrupción; caray, pues la verdad ya se habían tardado en darse cuenta de eso, porque aquí en Moloacán hay evidencias de obras fantasma, inconclusas, mal hechas, con sobre precio, inservibles y nada de eso ‘vio’ el ORFIS.
Y el cacique, bien gracias, reeligiéndose para un periodo más en el sindicato petrolero. Ahí la cosa está peor, no hay quién le pida cuentas y prácticamente no hay a quién darlas, pues el dominio que tiene de los trabajadores es tal que no hay quién se atreva a contradecir al corrupto político priísta.
Algo tendrá que hacerse con el ORFIS, no puede ser que sean tan ciegos, mudos y sordos y que corruptos como Yunes o Ricárdez Chong estén tan campantes, cuando deberían estar siendo enjuiciados por los manejos indebidos de las finanzas públicas.
Claro, aquí se les acusa de corruptos no de ser tontos, pero hay cosas que no se pueden ocultar o dicho de otra manera, no hay ORFIS que esconda el fruto de sus corruptelas, si no pregúntele usted a Javier Duarte, el mismo ORFIS tampoco vio los millonarios desvíos en que incurría el mitómano exgobernador.
