Por El Bicho Politikón
Ochenta y un años de la expropiación petrolera… treinta años de saqueos, corrupción, negocios turbios en Pemex.
En un país medianamente ordenado, con las ganancias que ha dejado la empresa de producción estatal tendríamos un nivel económico, por lo menos al doble de los 20,000 dólares del ingreso per capita actual… comparativamente España tiene 38,000 y hace 40 años estaba ligeramente debajo de México y sin la riqueza de nuestro país.
Con la entrada de la propuesta económica del neoliberalismo hace unos 30 años, el saqueo de la riqueza nacional se debe principalmente a gobiernos más que corruptos, que al aplicar las políticas recomendadas por Fondo Monetario Internacional, desmantelaron por completo la planta productiva del Estado, haciendo negocios particulares entregando a sus cuates las empresas.
Pemex iba en esa ruta, de hecho casi se la acaban, técnicamente es una empresa en quiebra que requiere la inyección de recursos de manera urgente. Andrés ha anunciado su rescate tomando medidas que -a los ojos de las calificadoras internacionales-, son insuficientes.
El tamaño del saqueo es monumental, la producción de crudo está casi a la mitad de lo que se obtenía hace 14 años… durante la decena panista los millonarios excedentes petroleros se los repartieron sin ningún recato gobierno federal y estados, gastándoselo en parrandas o en actos faraónicos, nada de obras y para Pemex ni un centavo.
López Obrador recibió una empresa chatarra que deja muchos millones en ganancias, la pregunta del millón es sí un ingeniero agrónomo tiene la capacidad de traer de vuelta al paciente en coma, yo creo que no (ojalá me equivoque).
La aspirina que le están recetando no alcanza, el combate a la corrupción al interior de la empresa puede ser un buen comienzo, no puede ser que compren un tornillo en cinco pesos cuando en la ferretería te sale en 50 centavos. Acabar con las malas prácticas administrativas es de singular importancia.
México necesita de un Pemex fuerte y vigoroso, su rescate es un tema de seguridad nacional. Hoy no hay nada que festejar.
Pues eso.
