Pésima atención a los agremiados de la Sección 22 del sindicato petrolero

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Tras esperar varias horas para ser atendido por el Secretario General de la Sección 22 del sindicato petrolero, Lázaro Flores fue ignorado por el directivo.
Requería realizar trámites relacionados a su hospitalización para una cirugía, en 2014 sufrió un accidente de trabajo.

Agua Dulce, Ver.

Alfredo Santiago H.

En múltiples ocasiones se ha señalado la pésima atención que ofrece el personal de la Sección 22 del sindicato petrolero a sus agremiados, siendo en esta ocasión el trabajador de planta Lázaro Flores, quien revela un caso más de indolencia por parte del Secretario General, Ismael Melgarejo, hacia un representado, a quien tuvo esperando por horas para de último momento negarle la atención.

Lázaro Flores cuenta con 53 años de edad y 31 años de laborar en la empresa petrolera, con plaza en el departamento ‘Reparación de pozos’, en 2014 sufrió un accidente mientras manejaba tubería en el pozo Rodador 507, presentando fractura de tibia y peroné, huesos que se fracturaron en varias partes.

Derivado de lo anterior, Lázaro mantiene ocho clavos y una placa de metal en la pierna derecha; aunque sigue ocupando su plaza, la empresa se ha negado a pagarle la indemnización correspondiente por el accidente, razón por la cual mantiene una demanda contra la paraestatal.

Este martes por la tarde sería hospitalizado para ser sometido al proceso de retirar dichos clavos, por lo cual requería de hacer diversos trámites con el apoyo del Secretario General, Ismael Melgarejo, quien con conocimiento de la situación lo hizo esperar por varias horas, para de último momento negarle la atención.

‘SE SIENTEN LOS DUEÑOS’

En entrevista con este medio informativo, Lázaro Flores señaló que desde secretarias hasta los más altos directivos, la atención hacia los trabajadores sindicalizados es pésima, ‘las secretarias se sienten las dueñas, si les reclamas, te hacen esperar más’, afirmó inconforme.

Cansado de esperar por la reunión que nunca se concretó, pasado el mediodía se retiró de las oficinas de la Sección 22, pues por la tarde tendría que ser ingresado al hospital de Pemex en esta localidad hidrómila, para someterse al proceso de extracción de los clavos.

Por último, el inconforme indicó que no tiene miedo de los líderes petroleros pues conoce sus derechos, agregando que desde hace doce años espera una ficha de trabajo para su hija, la cual está seguro nunca llegará, pues los equipos de Pemex están siendo vendidos como chatarra y prácticamente se acabó el empleo.

Sin embargo ese panorama desolador no afecta a los familiares de los directivos, quienes si cuentan con trabajo seguro, incluso ya hasta han firmado planta; además de que exempleados de confianza del Ayuntamiento ahora cuentan con jugosos contratos en la paraestatal, por intervención del exalcalde Daniel Martínez González, actual directivo del sindicato.

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