Bien y de buenas iniciamos este sábado al poner en marcha el programa “Yo Amo un Agua Dulce Limpio”, una iniciativa en la que la participación ciudadana será decisiva para institucionalizarlo.
De entrada agradezco que hoy se hayan sumado, además de mi equipo de trabajo, instituciones educativas, firmas empresariales, asociaciones civiles, Protección Civil y Comisión Municipal de Agua y Saneamiento, entre otros.
Así, con el apoyo de todos en la zona de El Repasto, realizamos acciones de limpieza, desazolve y aplicación de pintura a nuestro mercado Campesino y le dimos un especial toque de belleza, colocando maceteros del programa “En Luga de Basura, Flores”.
Después de concluir nuestra labor en este centro de abasto, con la misma energía nos trasladamos a la confluencia de Francisco I. Madero e Insurgentes para liberarla de basura y maleza.
El propósito es institucionalizar el programa, para crear conciencia en la población de que la basura debe ir en su lugar.
Para ello es importante la participación de todas las mujeres y hombres de buena voluntad, a que valoremos la importancia del toque de campana, antes de sacar a la calle nuestros residuos orgánicos e inorgánicos.
Les recuerdo amigas y amigos que una ciudad limpia es aquella que requiere menos barrido, gracias a su cuidado constante y consciente.
