El mal manejo y las condiciones irregulares de las instalaciones resultan en perjuicio de los habitantes de la Chontalpa.
René Alberto López
Agencias
El temor ante la posible crecida de los ríos en el estado persiste en las zonas ribereñas, pese a que en 2008 las autoridades prometieron proteger a la población con el Plan Hídrico Integral de Tabasco (PHIT), tras la histórica inundación de 2007, con una inversión inicial de 9 mil millones de pesos.
Al desviar corrientes pluviales, con las ventanas de alivio en el río Grijalva y la compuerta El Macayo, en la cruce de los ríos Carrizal y Samaria, en las zonas bajas persisten los riesgos, principalmente en comunidades rurales de los municipios de Cunduacán, Jalpa de Méndez, Nacajuca y Villahermosa.
Los ríos que desembocaban en el Grijalva y el Carrizal, ahora se desplazan a sus comunidades por los canales y la compuerta.
La zozobra es mayor cuando llueve, porque las ventanas de alivio que hizo la Conagua (Comisión Nacional del Agua) llevan las aguas del río Grijalva a los poblados de esta región, afirmó Javier Torres, coordinador del Movimiento Ecologista de Tabasco (Metab). Esta organización asesora a 21 comunidades de la zona de Aztlanes que han confrontado a la Conagua y los gobiernos estatal y municipal.
Las inundaciones desde 2010 fueron causadas por las obras del PHIT y afectaron a comunidades a la derecha del río Grijalva: Tintillo, López Portillo, Aztlán 1, 2 y 3, La Piedad, Majagual y otras.
Hicieron las ventanas de alivio para evitar que la capital del estado se inundara, pero en temporada de lluvias todavía se anegan colonias.
Es decir, la obra no ha servido y quienes han llevado el costo de es-tas decisiones son las comunidades, porque sus tierras de cultivo permanecen inundadas, explicó.
El mismo problema presentan poblados de Cunduacán, Jalpa y Nacajuca. En temporada de lluvias las hidroeléctricas del alto Grijalva turbinan hasta mil 200 metros cúbicos de agua por segundo, y el río Carrizal es desviado a través de la compuerta El Macayo hacia afluentes del Samaria que bordean poblados de los 3 municipios e inundan zonas bajas.
La propia Conagua ha informa-do que por el cauce del Carrizal –que atraviesa el norte de Villahermosa– se desplaza 30% del agua, mientras el 70% restante es enviado al río Samaria para salvar de inundaciones a Villahermosa.
Según Conagua, las lluvias en Tabasco son 3 veces la media nacional y el estado cuenta con 35% del agua dulce del país.