Al promulgar la ley de transparencia en Palacio Nacional, dijo que ésta es rigurosa y cierra espacios a la opacidad.
Al promulgar la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, el Presidente Enrique Peña Nieto afirmó que con ésta se cierran espacios de opacidad y discrecionalidad y se abre una nueva etapa de transparencia y rendición de cuentas en todo el País.
En Palacio Nacional, frente a representantes de todos los niveles de Gobierno y Poderes, el Primer Mandatario aseguró que está claro y acreditado que están asumiendo compromiso pleno al adherirse a dicho ordenamiento.
“La transparencia sin duda fomenta la honestidad y la integridad en el servicio público. La transparencia ayuda a prevenir y combatir la corrupción, promueve la responsabilidad y eficacia en la gestión publica, empodera a los ciudadanos para evaluar a sus autoridades y exigirles rendir cuentas”, afirmó.
Tras escuchar los discursos de los Presidentes del Poder Legislativo y Judicial, así como de la titular del hasta hoy Instituto Federal de la Información y al Secretario de la Función Pública, quienes prometieron que cumplirán a cabalidad las nuevas disposiciones, el Presidente resumió algunos rasgos de ley.
Los partidos políticos, fideicomisos, fondos y quienes reciban o ejerzan recursos públicos deberán informar; se redoblan los mecanismos de transparencia en materia energética; y no podrán clasificarse como reservados los documentos que tengan que ver con violación a derechos humanos.
Además de que existen rigurosas sanciones a quienes incumplan u oculten información pública.
También, dijo, se amplía la participación ciudadana, al ser incorporados en los consejos consultivos de los órganos garantes.
